Aún de fiesta tras ganar la liga doméstica, Boca Juniors coronó una semana de gloria al vencer 2-0 el miércoles a Rosario Central para consagrarse campeón de la Copa Argentina.
Su segundo título en apenas unos días se lo dio un penal inexistente que luego convirtió el uruguayo Nicolás Lodeiro, al despuntar el complemento, y otro gol polémico, de Andrés Chávez sobre la hora, para que Boca se adueñara de su segunda corona, tras la que conquistó el domingo en el torneo argentino con una fecha por disputarse este fin de semana.
Lodeiro clavó el penal a los 54 minutos tras una falta de Javier Pinola sobre Gino Peruzzi. La televisión mostró que la infracción fue claramente fuera del área. Chávez aumentó de contragolpe a los 90, cuando dio la sensación que estaba en posición adelantada.
Tras ese gol, el defensor Pinola fue expulsado por doble amarilla por lo que Central terminó con uno menos el partido ante unas 50.000 personas en el estadio Mario Kempes de la ciudad de Córdoba.
Es la segunda vez que Boca se consagra campeón de esta copa en la era moderna. El certamen se disputaba sólo esporádicamente en otros años.
La primera consagración del conjunto Xeneize fue en la reinauguración de la Copa en 2012, Arsenal se consagró en 2013 y Huracán un año después, cuando precisamente derrotó a Central por penales.
'Fue un partido difícil en el cual nosotros sufrimos, pero luego nos costó y aun así fue mérito nuestro ganar el partido', dijo el técnico de Boca Rodolfo Arruabarrena.
Esta copa, que se juega entre equipos de todas las categorías del país, otorga una plaza directa a la Copa Libertadores, además de sumar un trofeo a las vitrinas del ganador, en este caso el que tiene como su gran figura a Carlos Tevez. Pero Boca ya había logrado el acceso a la Libertadores en su condición de campeón de la liga.
Central fue un retador hambriento de gloria, ya que llegó también a la fecha anterior de la liga con posibilidades de seguir en la pelea por el campeonato.
Boca visitará a Central el domingo en el cierre de la liga. Y lo que parecía un partido más, tiene sabor a revancha al menos para Central.