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Los vigésimos Juegos Nacionales sirvieron como radiografía para mostrar cómo el Atlántico está ‘fracturado y con órganos comprometidos’ a nivel deportivo.

De las '13 preseas doradas' que Aymer Castillo, director de Indeportes le calculó a este medio, solo cuatro aterrizaron en el pecho de los deportistas atlanticenses. Un balance deprimente, teniendo en cuenta las últimas cuatro ediciones, superando incluso la pésima campaña del 2008 cuando se ocupó un octavo lugar con siete doradas, 15 de plata y 27 de bronce.

En estas justas realizadas a lo ‘de todito’, porque se disputaron en cinco sedes (Tolima, Valle del Cauca, Chocó, Cundinamarca y Antioquia) solo el boxeo y el tenis de campo femenino pudieron arañarle algo a las potencias del país: Antioquia, Bogotá y Valle.

Resaltar, a propósito, la labor de Bolívar, que a diferencia del Atlántico, ha venido en alza. Fue el mejor de la Región Caribe ocupando un cuarto lugar producto de 36 medallas de oro, 28 de plata y 33 de bronce. En el 2012 ocupó el sexto lugar con 14 doradas, 22 de plata la misma cantidad en bronce. Este año estuvo a poco de triplicarlas y todo se debe a una palabra que no retumba en las ligas deportivas del Atlántico: inversión.

El Instituto Distrital de Recreación y Deporte, IDRD, en Bogotá, invirtió 77 mil millones de pesos este año para fortalecer y promover el deporte en la formación de semilleros y en el sostenimiento de los deportistas de alto rendimiento. Para las justas nacionales y paranacionales la inversión fue de $18 mil millones de pesos en las ligas deportivas de Bogotá.

Indeportes Atlántico, para la misma competencia, sacó de su billetera un poco más del valor que en Bogotá se le invierte solamente a la Liga de Atletismo, ($1.084 millones de pesos). Una cifra aproximada de 1.200 millones de pesos para cubrir los gastos y la logística de 24 disciplinas. Una total barbaridad.

¿Qué ocasiona esto?

Por ejemplo, que los deportistas de esgrima hayan disputado sus competencias con elementos prestados. Que Nelson Soto haya conseguido la presea de bronce en el scratch con una bicicleta de otro dueño. Improvisaciones que le salen caro al Departamento porque muchos de estos talentos, a falta de atención gubernamental, emigran a otras localidades.

El reto para el nuevo alcalde Alejandro Char y el entrante gobernador Eduardo Verano es devolverle la confianza al deporte para que el Atlántico no siga hundiéndose a nivel nacional. Y esto solo se logra invirtiendo, pero invirtiendo bien.