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No es el tradicional Hall of Fame, de Cooperstown, Nueva York, que reúne a lo más granado de las Grandes Ligas en toda su historia. El Salón de la Fama Latinoamericano surgió hace seis años para que la pelota latinoamericana tuviera su propio espacio para sus glorias.

Aunque la de este año es apenas la sexta edición de la exaltación, ya cuenta con el visto bueno y el respaldo de las Grandes Ligas.

'Este es un proyecto que tiene la credibilidad y la base histórica que ha hecho que las Grandes Ligas y hasta Cooperstown lo estén avalando', dijo Roberto Weill, presidente y fundador del Salón de la Fama Latinoamericano, en una entrevista con Listín Diario.

'El Salón de la Fama no es un pabellón normal, es un Salón de la Fama sustentado en la idea de Cooperstown, siendo ellos el Vaticano y nosotros la Catedral del béisbol latinoamericano', explicó Weill. 'Contamos con un Salón de la Fama con identificación internacional y es un Salón de la Fama que tiene durante todo el año una serie de actividades, no es sólo una semana de exaltación', agregó.