Zurich. El calvario del fútbol latinoamericano continuó ayer con la detención del dirigente guatemalteco Héctor Trujillo en conexión con el escándalo que ha descabezado a la Conmebol y a la Concacaf.
Veinticuatro horas después de los arrestos en Zúrich de los presidentes de la Conmebol, Juan Ángel Napout, y de la Concacaf, Alfredo Hawit, fue apresado Trujillo, secretario general de la federación guatemalteca de fútbol, mientras disfrutaba de un crucero con su familia.
El dirigente centroamericano fue detenido cuando su crucero hizo una escala en Port Canaveral, en la Florida, según informó el FBI.
No estaba claro si Trujillo sabía que el pasado jueves había sido acusado de corrupción junto con otros 15 dirigentes latinoamericanos por fiscales estadounidenses que investigan la corrupción en el fútbol.
Simultáneamente, las autoridades guatemaltecas emitieron una orden de captura para el presidente de la federación local Bryan Jiménez, otro de los imputados cuya extradición fue solicitada por EEUU.
Napout y Hawit, por su parte, fueron suspendidos por 90 días por el comité de ética de la Fifa, siguiendo un procedimiento de rutina cada vez que un dirigente tiene cuentas pendientes con la justicia. Los presidentes de la Fifa Joseph Blatter y de la Uefa Michel Platini también están inhabilitados por 90 días mientras se resuelven sus casos.
El comité de ética de la Fifa ventilará dentro de dos semanas la acusación de pagos ilegales a Platini, autorizados por Blatter.
Desde Ecuador, mientras tanto, se informó que el presidente de la federación local Luis Chiriboga, otro de los implicados, no será extraditado a EEUU. 'Son delitos cometidos en territorio ecuatoriano y la
Fiscalía tiene potestad de investigar y juzgar en territorio ecuatoriano', dijo el fiscal Galo Chiriboga.