Extraordinario. Así fue la actuación de Luis Suárez ante el Guangzhou en la semifinal del Mundial de Clubes. El charrúa, sin sus socios, Neymar y Lionel Messi, se vistió de héroe y firmó un ‘hat trick’ para meter al FC Barcelona en la gran final del certamen.
Ante la falta de dos de sus mayores estrellas, Iniesta se erigió como faro del juego azulgrana y Luis Suárez asumió el papel de definidor. Ambos fueron los más destacados de un triunfo que concede a los catalanes la oportunidad de ser el primer equipo que gane tres Mundiales de Clubes en su formato actual.
Los culés acumulaban hasta un 80 por ciento de la posesión en el arranque del partido y buscaban el área con triangulaciones, mientras el Guangzhou del técnico brasileño Luiz Felipe Scolari defendía con todas sus líneas muy juntas y esperaba su oportunidad al contraataque.
Pero al Barça le costaba encontrar espacios, y en los primeros 20 minutos sólo contó con un tiro lejano de Iniesta que se marchó muy alto y con una falta desde la frontal que el croata Ivan Rakitic mandó a la barrera.
La primera ocasión clara fue para Munir tras un pase espectacular de Iniesta entre líneas, pero llegó muy forzado y estrelló el balón en el pecho del meta chino. El prometedor extremo dispuso de otra buena ocasión a balón colgado del albaceteño, aunque su cabezazo que buscaba el palo derecho se marchó desviado.
El equipo de Scolari inquietó a los azulgrana en dos contraataques dirigidos por el brasileño Paulinho y Zheng, aunque la defensa barcelonista logró evitar in extremis que Elkeson se plantara solo ante el chileno Claudio Bravo.
En el minuto 33, el defensa chino Zou Zheng sufrió una aparatosa lesión en un mal apoyo, y tras salir en camilla del terreno de juego fue sustituido por Li Xuepeng.
Cuando se acercaba el ecuador de la contienda, el Barça se adelantó gracias a un tiro desde fuera del área de Rakitic que el portero despejó mal, y que un Suárez al acecho cazó para anotar.
El Guangzhou adelantó sus líneas y no tardó en dar la réplica, con un cabezazo del brasileño Elkeson que obligó a Bravo a estirarse para evitar el empate.
Tras la reanudación, los culés ampliaron su ventaja gracias a otro pase estelar de Iniesta, que Suárez controló con clase y transformó en gol. Con el segundo tanto los chinos bajaron los brazos y el Barcelona se hizo aún más dueño y señor del partido.
El punta uruguayo anotó su tercer tanto de la noche nipona desde los once metros, tras un penalti protestado sobre Munir. De este modo, Suárez se convirtió en el primer jugador en marcar tres goles en un partido del Mundial FIFA de Clubes en su formato actual.
Busquets, Sandro y Munir gozaron de ocasiones para ampliar la goleada mientras los chinos buscaron el tanto del honor sin llegar a crear verdadero peligro, pero el marcador ya no se movió.