Rafael Benítez ha sido destituido este lunes como entrenador del Real Madrid y el francés Zinedine Zidane, hasta ahora técnico del filial blanco, será su sustituto en el banquillo, anunció hoy el presidente del club, Florentino Pérez, en una comparecencia ante los medios.
Benítez firmó el pasado verano por el Real Madrid, equipo al que ha dirigido en dieciocho partidos de Liga, seis de Liga de Campeones y uno de Copa del Rey, el que su equipo disputó en Cádiz y que supuso su eliminación de la competición por la alineación indebida de Denis Cheryshev.
'Benítez es una magnifica persona y profesional', comentó Pérez.
De acuerdo a La Cope, Solari será su segundo y tan sólo quedaría faltando el nombre del preparador físico.
Benítez, cuestionado en su cargo, venía cosechando resultados negativos para el Real Madrid en las últimas fechas, lo que habría sindo el detonante para que el foco se centrara en el técnico madrileño.
Luego del empate de este domingo 2-2 ante un Valencia en crisis, Benítez fue cuestionado sobre si teme por su futuro, a lo que contestó: 'La pregunta no está muy bien enfocada. Se aprovecha si solo vemos el resultado. El juego y el esfuerzo del equipo merece más elogios que otra cosa'.
'No puedo evitar que algunos especulen, lo que sí puedo conseguir es que el equipo trabaje como hemos hecho hoy', añadió.
Zidane acude al rescate de un Madrid antes de lo que él pretendía porque quería formarse y crecer más como entrenador. Tras dejar el fútbol en activo, su experiencia se limita a ser ayudante del italiano Carlo Ancelotti en el propio club blanco y a una temporada y media al frente del primer filial madridista.
Admirador del exfutbolista uruguayo Enzo Francescoli -su hijo mayor, que juega en el Real Madrid Castilla, se llama también Enzo-, el fino centrocampista francés comenzó a forjar su exitosa y dilatada carrera en el Cannes y el Burdeos, desde donde pasó al Juventus de Turín.
Florentino Pérez fijó sus miradas en 'Zizou' para darle lustre al proyecto deportivo y engrandecer una plantilla de por sí potente y acabó por ficharlo, tras largas negociaciones con el Juventus, en 2001.
Zidane acabó siendo una de las grandes estrellas de un equipo que acabó siendo conocido como el de los Galácticos. El internacional galo, campeón del mundo con Francia en 1998 y de Europa en 2000, impartió su magisterio a partir de entonces con la camiseta blanca.
'Zizou' pasó y pasará a la historia por el espectacular gol ante el Bayer Leverkusen en la final de la Liga de Campeones de 2002 en Glasgow, con su sensacional disparo de una difícil volea tras envío de Roberto Carlos. Fue el hombre de la Novena, a las órdenes de Vicente del Bosque, con permiso de la actuación estelar en los últimos minutos de Iker Casillas. Su gol está considerado como uno, si no el más, bello de las finales de la máxima competición continental.
Zidane jugó en el conjunto blanco hasta 2006, año también para el recuerdo del marsellés por perder la final del Mundial de Alemania ante Italia y ser expulsado por propinar un cabezazo a Marco Materazzi.
En las cinco temporadas como jugador del Real Madrid sumó, además de la Liga de Campeones, una Liga, dos Supercopas de España, una de Europa y la Copa Intercontinental de 2002, pero por encima de ello dejó su magistral y mágica manera de jugar.
'Siento más emoción que cuando firmé como jugador'
El nuevo entrenador del Real Madrid aseguró este lunes tras la destitución de Rafael Benítez, que siente 'más emoción' que cuando firmó como jugador en su anterior etapa en el club madridista.
'Quiero agradecer al club que me haya dado la oportunidad de entrenar a este equipo. Tenemos al mejor club del mundo, a la mejor afición del mundo. Tenemos que intentar hacerlo lo mejor posible para que este equipo gane a final de año. Voy a hacerlo lo mejor posible con todos los jugadores y creo que va a salir todo bien. Lo importante es estar mañana con el equipo y trabajar', dijo.
Zidane dirigirá este martes su primer entrenamiento a las 11:00 horas en Valdebebas y a la 13:30 ofrecerá su primera rueda de prensa ante los medios de comunicación en el estadio Santiago Bernabéu. El nuevo preparador blanco no pudo ocultar su emoción.
'Es un día importante para mí. Tengo un poco de emoción, más que cuando firmé como jugador. Pero es lo normal. A partir de mañana será otra cosa. Voy a poner todo el corazón que tengo para este club e intentar que salga bien. Muchas gracias', se despidió ante los aplausos de la junta directiva y de Florentino Pérez, presentes en la rueda de prensa.