Compartir:

Zúrich. Salman bin Ebrahim Al Khalifa y Gianni Infantino, un jeque bareiní y un abogado suizo, son los dos grandes favoritos para suceder a Joseph Blatter como presidente de la Fifa, en las elecciones que se celebrarán hoy en Zúrich, en las que el voto africano puede decidir tanto como las 'traiciones' de última hora.

Por primera vez en su historia, cinco candidatos optan a la presidencia de la Fifa en unas elecciones: Al Khalifa –presidente de la Confederación Asiática–, Infantino –secretario general de la Uefa–, el príncipe jordano Alí bin Al Hussein, el francés Jerome Champagne y el sudafricano Tokyo Sexwale.

Los cinco obtuvieron su condición de candidatos tras superar el test de integridad al que les sometió el órgano de instrucción de la Comisión de Ética, el pasado 9 de noviembre.

Una prueba que trata de evitar conflictos de intereses y en la que debe quedar constancia de que no han sido condenados 'por delito doloso muy grave, ni por faltas penales que supongan violación' del código ético de la organización.

El trono que deja libre tras 17 años Joseph Blatter, forzado por su inhabilitación, finalmente también rebajada de ocho a seis años, y una investigación por corrupción que ha llevado ante los tribunales estadounidenses y suizos a 16 altos cargos y dirigentes de la Fifa, ha abierto unas expectativas de cambio que ha atraído a miembros de la realeza árabe (Al Khalifa y Al Hussein), un exsecretario adjunto de la Fifa (Champagne), al del fín de Platini en la Uefa (Infantino) –que entró en la carrera tras la inhabilitación del francés–, y a un millonario empresario sudafricano con un relevante pasado en la lucha contra la segregación racial (Sexwale).

El jeque árabe Salman Bin Ebrahim Al Khalifa, miembro de la familia real de Baréin y presidente de la AFC, llega a las horas finales como el principal favorito, pero el mismo sistema electoral posibilita las sorpresas.

Por segunda vez en nueve meses, los 209 miembros de la Fifa están llamados a urnas en una elección en la que cada federación tiene un voto y este es secreto; dos aspectos decisivos.

En primer lugar, porque el voto de Europa y Sudamérica no suma más que el 30 por ciento del fútbol mundial.

Hasta ahora, los gigantes del fútbol –que acumulan todos los títulos mundiales– habían copado la dirigencia (7 europeos y el brasileño Joao Havelange en más de un siglo), pero ahora la situación es más compleja.

Uefa y Conmebol no cuentan más que con 63 votos (53+10) del total de 209, por lo que el candidato favorito de ambos, Gianni Infantino, está obligado a recabar más apoyos.

En principio, Al Khalifa cuenta con los 46 votos de Asia y, se supone, que todo África (54), puesto que la Confederación Africana pidió el voto en bloque para él, tres semanas después de firmar un memorando de colaboración (e inversión) con ellos para los cuatro próximos años. Sus 100 votos en total, le dejarían a solo cinco de la elección, que podría obtener de Oceanía (11 votos).

Tras ellos, Al Hussein figura como el tercero y posible sorpresa. El príncipe, hijo del rey Hussein y sobrino del actual monarca jordano, es el único que cuenta con una experiencia previa, puesto que optó al cargo en las anteriores elecciones y se retiró tras la primera votación, en la que logró 73 votos por 133 de Blatter. Según Musa Hassan Bility, el 'no candidato' liberiano, 26 federaciones africanas son partidarias de votarle, pese a que el recurso ante el TAS, pidiendo la anulación de los comicios ha parecido un movimiento a la desesperada.

El sistema electoral

Para elegir al presidente de la Fifa serán necesarios dos tercios de los votos de las asociaciones miembro presentes y con derecho a voto emitidos en la primera vuelta. Se eliminará después de cada votación a quien obtenga el menor número de votos, continuando hasta que no haya más que dos candidatos. En la última votación basta la mayoría simple.

Total de votos 209. Distribución: Confederación Africana (54), Uefa (53), Confederación Asiática (46), Concacaf (35), Oceanía (11), Conmebol (10).