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Por:Manuel De la Rosa Manotas

Danny Willett fue el último jugador en llegar esta semana a Augusta para participar en la 80ª edición del Masters, quien además había tomado la decisión de no participar porque el nacimiento de su primer hijo estaba programado para el 10 de abril, precisamente el día final del torneo. Pero el parto se adelantó y el pequeño Zacarías, permitió que su padre participara en su segundo Masters.

Willett tenía la intención de solicitar su tarjeta del PGA Tour y mudarse de su natal Inglaterra a los Estados Unidos, para competir en ese circuito. Cuando se enteró que su esposa, Nicolle, estaba embarazada, postergó su decisión para más adelante. ¡Ah! Nicolle nació hace 28 años el 10 de abril, con minutos de diferencia de la hora en que finalizaba su actuación Danny Willett en el green del 18.

Si alguien puede creer en el destino y las coincidencias debe ser Danny Willett. Son varias adicionales a las mencionadas:

-Gana el Masters, 30 años después del sexto Masters que ganara Jack Nicklaus a los 46 años de edad con su hijo Jackie de caddie con el número 89 en el pecho, el mismo que tenía el caddie de Willett.

-Jugó la ronda final del Open británico de 2015 con quien resultara ganador. ¿Su nombre? El mismo del de su recién nacido hijo: Zacarías, 'Zach' Johnson, ganador, además, del Masters en 2007.

-Es el segundo inglés en ganar el Masters y lo hace en su segunda presentación.

-El primer inglés en ganar fue Nick Faldo en 1989, también pocos días después de nacer su primer hijo.

-Faldo ganó su tercer y último Masters en 1996, cuando Greg Norman se derrumbó en los 9 hoyos finales después de llevar una cómoda ventaja y haber liderado el torneo desde el comienzo, al igual que Jordan Spieth en este torneo.

-El score de Faldo ese domingo fue 67. ¿El score final de Willett en el Masters 2016? 67.

-Quizá la última coincidencia no será la más agradable para Willet. Pocos recuerdan la excelente última ronda de Faldo para ganar en 1996, pero sí recuerdan lo que le sucedió a Norman. Es muy probable que la historia recuerde lo que le sucedió a Spieth y deje relegado a un segundo lugar la excelente ronda final de Willett.