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A menos de tres meses de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, un profesor canadiense recomendó que los Juegos sean pospuestos o cambiados de sede debido al brote del zika, al advertir que la llegada de visitantes a Brasil podría provocar un aumento en el nacimiento de bebés con microcefalia.

'Si no fuese por los Juegos, ¿quién recomendaría mandar medio millón adicional de visitantes a Brasil ahora mismo?', cuestionó el profesor de la Universidad de Ottawa, Amir Attaran, un experto en sanidad pública, en un artículo publicado esta semana en el Harvard Public Health Review.

Brasil es el epicentro del zika, un virus transmitido por la picada de mosquitos y que los científicos confirmaron que puede producir defectos congénitos, incluyendo microcefalia y problemas neurológicos.

En febrero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la epidemia era una emergencia sanitaria mundial. La OMS afirma que no hay restricciones a los viajes o contacto con países afectados por el zika, pero recomienda que las mujeres embarazadas no viajen a esas regiones.

La opinión de Attaran no es compartida por las autoridades olímpicas y sanitarias, que aseguran que los Juegos del 5 al 21 de agosto no serán alterados por el virus.

El COI, que sigue las recomendaciones de la OMS, indicó que no hay planes de posponer o cambiar la sede de los Juegos.

'La declaración de la OMS de que no debe haber restricción a los viajes o el comercio significa que no hay motivo para cancelar o retrasar o posponer o mudar los Juegos de Río', dijo el doctor Richard Budgett, director médico del COI. 'El COI seguirá pendiente de la situación y trabajará en estrecha colaboración con la OMS, y confiamos, como nos dijeron los expertos, que la situación mejorará en los próximos tres meses'.

Los organizadores esperan que unos 500.000 visitantes de otros países lleguen a Brasil para los Juegos, una situación que Attaran teme que propague el virus a otras regiones del mundo.

'Si el COI y la Organización Mundial de la Salud no tienen la generosidad para retrasar los Juegos y evitar que nazcan niños incapacitados por toda su vida, entonces son dos de las instituciones más crueles del mundo', dijo Attaran en una entrevista telefónica. Attaran ha sido un crítico de la OMS.

El brote del zika es sólo uno de los retos que enfrenta Brasil en la antesala de los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica. La presidenta del país, Dilma Rousseff, encara un juicio político, y la economía atraviesa su peor recesión en décadas.