Compartir:

Miles de aficionados se echaron ayer a las calles de Bangkok para celebrar la Premier League inglesa del humilde Leicester City, propiedad del magnate tailandés Vichai Srivaddhanaprabha, una de las personas más acaudaladas del país.

Los jugadores, subidos en un autobús sin techo, recorrieron por algunas de las avenidas más importantes de la capital, donde una gran cantidad de seguidores tailandeses salieron a saludar a la plantilla y ver el trofeo que gobernaba la cabalgata.

'Todos los tailandeses deberían estar orgullosos de este título logrado por un equipo que pertenece a un compatriota', declaró un aficionado de 26 años.

Ataviados con las camisetas azules, en muchos casos falsificaciones porque las chamarras oficiales se agotaron hace meses, los aficionados apodados añoraron a las estrellas que no pudieron ir al país asiático, Riyad Mahrez y Jamie Vardy.

Vichai, quien compró el Leicester en 2010, posee, entre otros negocios, la concesión en exclusividad para administrar las tiendas de los aeropuertos de Tailandia, un comercio rentable que le ha valido una fortuna estimada en 2.900 millones de dólares.

El propietario, budista practicante, suele llegar en helicóptero al estadio del City y se ha llevado hasta la ciudad inglesa a varios monjes con el propósito de bendecir el estadio y a los jugadores.