Tayron Guerrero, el espigado lanzador (2 metros y 7 centímetros) que fue noticia el martes cuando debutó con los Padres de San Diego en la derrota de su novena 5-1 ante los Gigantes de San Francisco en las Grandes Ligas, y que regresó a Triple A, dialogó con EL HERALDO sobre su experiencia desde la lomita de los suspiros.
Guerrero, descubierto en Colombia por el experimentado scout (cazatalentos) de los Padres de San Diego, Marcial del Valle, permitió esa noche tres hits y una carrera luego de ingresar, en la parte alta del octavo inning por Christian Bethancourt.
¿Cómo se sintió en su debut en la Gran Carpa?
La verdad que en el debut me sentí muy bien gracias a Dios. No puedo esconder que fueron muchos los nervios que sentí, pero luego del primer lanzamiento me acoplé bien y pude hacer un buen trabajo.
¿Por qué lo bajaron tan rápido nuevamente a Triple A (El Paso de Chihuahuas)?
La razón fue porque tenían que activar al segunda base Alexi Amarista y no había más espacio en el roster, pero el mánager (Andy Green) me dijo que en cualquier momento que necesitaran otro pitcher sería la primera opción.
¿Qué más le dijo Andy Green?
Después del juego, me metí a la oficina y él me dijo que había comprobado que yo podía lanzar en el equipo profesional. Esa noche ayudé mucho al bullpen con los dos innings que actué y me dijo, además, que él cree que me volverá a ver lanzando en Grandes Ligas.
¿En qué pensaba o en quién cuando estaba a punto de lanzar?
Al principio, calentando, pensaba mucho en mi familia, en mis padres, en mi pueblo (Bocachica). Cuando el primer bateador se pudo en la caja lo primero que pensé fue en Dios, dije: 'Este es mi primer lanzamiento en Grandes Ligas, que sea para ti mi Dios'.
¿Recibió muchas llamadas?
Mis padres (Ramón Guerrero y Oniris Otero) siempre estuvieron llamándome. También recibí muchas llamadas de amigos y familiares. Eso me dejó muy contento (risas).
¿Qué espera ahora de carrera en el béisbol?
Espero seguir trabajando, dando cada día más, el esfuerzo tiene que ser el doble para regresar a las Grandes Ligas y mantenerme. Venir trabajando con humildad y con las ganas que me han caracterizado siempre.