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Argentina buscará este martes clasificarse para una nueva final, esta vez de la Copa América Centenario, frente a Estados Unidos, el anfitrión del torneo que llega golpeado por las bajas en el once titular y se encomendará a Clint Dempsey para tratar de dar la campanada.

Para la Albiceleste es prácticamente una obligación plantarse en la final y ganar un ansiado título. Estados Unidos, en cambio, da por bueno haber llegado a estas alturas del torneo pero no se quedará de brazos cruzados y quiere agrandar su gesta dejando fuera a la todopoderosa Argentina de Lionel Messi.

Cada equipo tiene sus contratiempos. Los de Argentina surgen del poco tiempo de descanso y preparación que ha tenido la plantilla, que el sábado por la noche jugó los cuartos de final en Boston.

Jürgen Klinsmann ha podido preparar con calma el partido, pero deberá lidiar con la ausencia de tres jugadores fijos en su equipo titular, pues el extremo Bobby Wood y los centrocampistas Alejandro Bedoya y Jermaine Jones están sancionados por tarjetas.

Argentina tiene al alcance su tercera final en los últimos tres años. Lo hizo en 2014 en el Mundial de Brasil y el año pasado en la Copa América que se celebró en Chile.

Es un registro nada desdeñable que, sin embargo, poco importa para los sudamericanos, que perdieron las dos finales anteriores y necesitan —¡por fin!— volver a ganar un título.