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Gales firmó en Toulouse una gesta histórica, al golear 3-0 a Rusia y clasificarse para octavos de final de la Eurocopa como líder del grupo B; Inglaterra sufrió y empató con Eslovaquia (0-0) para ser segunda y avanzar también a la siguiente ronda; y Rusia quedó eliminada y abandona Francia entre la decepción.

La selección galesa es, de momento, la sensación de la Eurocopa. Su solvente triunfo ante Rusia así lo acredita. Los de Chris Coleman concluyen la primera fase de la competición con 6 puntos, después de ganar también a Eslovaquia (2-1) en la primera jornada. Sólo cayeron en la segunda, ante Inglaterra (1-2), en un partido en el que comenzaron marcando y que sólo cedieron en el minuto 91.

Gales estará en los octavos de final con merecimiento. El fútbol ha premiado su esfuerzo, aunque un jugador ha brillado por encima del resto: Gareth Bale. El futbolista del Real Madrid, que ha firmado ocho de los últimos trece goles de su selección, es el indiscutible líder de los suyos y el ídolo de su hinchada. Su gol, de falta, ante Eslovaquia, el primero de Gales en un gran torneo, abrió el camino de la proeza.

En el otro juego de la Euro, también correspondiente al grupo B, Inglaterra no pudo con Eslovaquia. Lo intentó y encerró al rival, que se dio por satisfecho con la igualada inicial. Un resultado que le coloca con cuatro puntos como tercero del grupo B y con opciones serias de estar en la próxima eliminatoria.

Los ingleses, que contaron en Saint Etienne con la presencia del Príncipe Guillermo en el palco, partían como claros favoritos, puesto que nunca habían perdido contra el conjunto eslovaco. Sin embargo, no pudieron con el bloque defensivo del conjunto que lidera el central del Liverpool Martin Skrtel.