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La selección de Islandia sigue haciendo historia en la Eurocopa. Luego de dejar en el camino a Inglaterra, en los octavos de final, los dirigidos por Lars Lagerbäck intentarán eliminar a los anfitriones este próximo domingo.

A pesar de ser su primera participación en el certamen, estas son algunas de las principales razones del éxito del combinado nórdico.

Un equipo con carácter

Cualquier otro conjunto se hubiese hundido al recibir un gol de penalti a los cuatro minutos. Los islandeses, al revés, supieron darle la vuelta de tal modo al partido que a los ingleses les entró pánico. Su entrenador sueco, Lars Lagerbäck, ya dijo la víspera del partido que lo que más le había sorprendido de los jugadores era su fuerte carácter para no rendirse y el propio Roy Hodgson advirtió que siempre es difícil superar a los nórdicos, porque están acostumbrados a sobrevivir en condiciones climatológicas muy duras y eso forja su espíritu de lucha. Así fue.

Sus entrenadores

Forman un dúo singular, que aparecen juntos en la ruedas de prensa porque son complementarios; el islandés Heimir Hallgrimsson aporta el conocimiento del país y de las idiosincrasia de los jugadores. Lagerbäck, el conocimiento del fútbol internacional, después de haber dirigido durante años con éxito a Suecia.

Ante Inglaterra, Lagerbäck advirtió que necesitaban más posesión de balón, que no bastaba con defender. Así lo hicieron, Islandia acabó, incluso, atacando la portería de Hart.

Valores de otros tiempos

Islandia cuenta con valores de otros tiempos. Los jugadores saben que sólo les sirve ser solidarios con el compañero y emplearse a fondo con el rival. No hay balón dividido que no ganen.

Los entrenadores hacen gala de normalidad. En Islandia es habitual que visiten las peñas y les expliquen la alineación antes del partido. Nadie la cuelga en las redes sociales ni la desvela.

La afición

Pocas aficiones transmiten lo que la islandesa. Presente en el campo desde horas antes, hace de cada partido una fiesta y su grito de guerra, al estilo de las 'hakas' neozelandesas, da un ánimo increíble a los jugadores.

Se ha convertido en una de las sorpresas del torneo y se ha ganado la simpatía del resto de aficiones. Ayer, incluso, también entonaban 'god save de Queen' mientras sonaba el himno inglés.

Un conjunto sin nada que perder

Son una selección peligrosa porque no tiene nada que perder. Su éxito ya ha relanzado la carrera que parecía descendente en jugadores como Gylfi Sigurdsson o el capitán Aron Gunnardsson. Juegan sin presión y sin miedo. Justo todo lo contrario de lo que puede tener Francia por la trascendencia del choque de cuartos.