Una de las principales razones para entender el por qué los Medias Blancas (White Sox en inglés) hoy están 8.5 juegos por detrás del primer lugar de la División Central de la Liga Americana cuando hace un mes y medio atrás dominaban una de las zonas más fuertes del béisbol de las Grandes Ligas, pasa por el hecho que ha perdido 16 de 19 partidos que ha disputado con sus contrincantes de la división y todo debido a la pobre producción de carreras.
Su producción ofensiva es 13 entre 15 con un promedio de bateo de .245 aunque tiene la mejor defensa y su pitcheo, que ha decaído un poco, sigue entre los mejores con una efectividad de 4.03.
Por ejemplo, su tercera base Todd Frazier tiene 21 jonrones, remolca 49 carreras, pero solo batea para .198 para solo destacar un caso. A nivel de equipo han despachado 14 jonrones en los últimos 6 partidos, pero 11 de ellos han sido sin nadie en las bases.
El equipo no choca la bola en los momentos claves del juego, con corredores en posición anotadora tiene un visible déficit. Con apenas 12 imparables en los últimos 98 turnos con peloteros en los senderos y eso se ha visto más cuando el colombiano José Quintana está en la loma haciendo su labor.
El arjonero tiene uno de los más bajos apoyos ofensivos con una o menos de una carrera en 8 de sus 9 últimas aperturas. El equipo de Chicago tiene un registro de 4.10 carreras a su favor por juego mientras que permiten 4.27.
La productividad del equipo arrancó muy buena al punto que por varias semanas del mes de abril se mantuvieron como uno de los dos equipos más ganadores de todas las mayores, pese a que su bateo no era el mejor del Nuevo Circuito.
Sin embargo, su picheo y defensa le dieron en el mes de abril y parte de mayo la punta de su división. Y sus números por mes así lo demuestran. Su actual registro de victorias y derrotas es de 38-39 (hasta el 28 de junio). En abril 17-8; en mayo 11-17 y en lo que va del mes de junio a pocas días de la mitad de la campaña, la novena que dirige Robin Ventura tiene 10-14.
Han venido de más a menos mientras sus rivales han crecido. Los Indios de Cleveland están encendidos hilvanando once triunfos.
Sin duda que la novena donde milita Quintana ha dejado de lucir como una novena de postemporada como lució en el arranque de la actual temporada.
El calendario de los Patiblancos antes del Juego de Estrellas en San Diego, que siempre se toma como referencia para dividir el año, le deja 12 partidos, 9 en casa y 6 de estos ante los equipos con los peores registros en todo el béisbol, Mellizos de Minnesota y Bravos de Atlanta, aunque los primeros ya le dieron el zarpazo hace dos noches blanqueándolos 4-0.