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Pausado al caminar y tranquilo al hablar, Luis Sierra Crissón destila la humildad y sencillez que le inculcaron sus padres. 'Han sido mi apoyo desde que nací. Gracias a ellos soy la persona que soy y estoy donde estoy. Sin ninguno de ellos, pues, esto no hubiera sucedido. Mi papá es más callado, mi mamá es más activa y esa combinación me ha servido mucho', expresa desde el lobby del Hilton Bayfront de San Diego, donde recibió la visita de EL HERALDO.

Luis Armando actuó como coach del Juego de Futuras Estrellas, convirtiéndose en el primer colombiano que desempeña ese papel.

'Lo he tomado con gran orgullo, sobre todo para mí, para mi familia, para Colombia y para la organización de Medias Blancas. Pertenecer al staff de coachs del Juego de Futuras Estrellas, fue logro muy grande, a pesar de tener poca experiencia, pero gracias a Dios todo ha salido bien. Quiero seguir aprendiendo', comenta con mucha emoción.

Su origen gira cien por ciento alrededor del béisbol, su abuelo Armando ‘Niño Bueno’ Crissón (qepd), fue campeón mundial en 1947 y ha sido considerado el mejor segunda base en la historia de Colombia. Su padre Luis Sierra Llamas también representó a nuestro país como receptor y su señora madre Erika Crissón, es una gran dirigente deportiva.

'La vena del béisbol siempre ha estado en la familia. El béisbol me ha dado todo lo que tengo en la vida. No pude llegar a Grandes Ligas como jugador, pero lo pude lograr como coach. Ahora quiero ayudar a muchos jugadores para llegar allí'.

Sierra Crissón estuvo probando suerte en el fútbol, pero se dio cuenta a tiempo que no era lo suyo. 'Eso fue en el colegio con mis amigos, intenté pero todo se quedó en el intento (risas)'.

Actualmente es asistente de coach, ayuda a los pitchers, lanza en las prácticas de bateo y colabora con los peloteros latinos que todavía no hablan el inglés.

Los Medias Blancas iniciaron muy bien la temporada, liderando por varias semanas la división central de la Liga Americana, sin embargo, han caído al cuarto lugar, pero Luis Armando considera que tienen el potencial para llegar a la postemporada.

'Estamos mucho mejor que el año pasado. Hemos tenido una racha negativa, pero gracias a Dios hemos jugado bien en las últimas series. Veo al equipo sólido y con mucho chance, todavía quedan 74 juegos'.

Los retos y metas de este joven barranquillero están claras. 'Quiero seguir creciendo como persona, como profesional, aspiro a ser mánager de Grandes Ligas, esa es la meta de cualquier coach en el béisbol. Apenas estamos empezando, todavía falta mucho por recorrer', concluyó Sierra.

*Especial para EL HERALDO