Parecía que la historia de Londres 2012 se repetía. En aquella oportunidad fue Rigoberto Urán, este sábado fue Sergio Luis Henao, quien en la prueba de ruta de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 protagonizó una fuga. Todo apuntaba a que Colombia estaría en el podio, pero una caída en una curva a 12 kilómetros de la meta acabó con la gloria de Henao y del ciclismo colombiano.
El pedalista antioqueño no cayó solo, también se fue al piso el italiano Vincenzo Nibali. El polaco Rafal Majka, que acompañaba a Henao y a Nibali se aprovechó de la caída y tomó el liderato de la carrera, pero a falta de pocos kilómetros fue cazado por el danés Jacob Fuglsang y el belga Greg Van Avermae, quien conquistó la medalla de oro.
Van Avermaet dio un recital en los últimos 20 kilómetros, sólo comparable al del italiano Vincenzo Nibali, que apuntaba a oro pero que acabó por los suelos.
En un gran movimiento táctico, en la segunda bajada a Vista Chinesa, a 22 kilómetros de la meta, Nibali se vio en un grupo de doce corredores, con dos compatriotas y sin españoles ni el otro gran candidato al triunfo, el británico Chris Froome.
El italiano fue seleccionando el grupo con diversos ataques, el que parecía decisivo después de que Purito los alcanzase en la subida al Alto de Canoas, la exigente primera media subida a Vista Chinesa y prácticamente otro puerto.
Pero al italiano y a Henao, que fue como su sombra y que se había filtrado en una fuga de cinco a 71 kilómetros de la llegada cuyas consecuencias fueron nefastas para España, les abandonó la pericia y la suerte, como un rato antes al australiano Richie Porte en ese mismo sitio y les robó -acabaron desolados sentados en la carretera- el sueño del título olímpico.
Un título que fue para Van Avermaet, que también había provocado el último corte en el grupo perseguidor de Majka, al final bronce como se presumía cuando iba con Nibali y Henao. En la pelea por el oro, con Maja entrando casi de paseo, reventado y sin opciones, Van Avermaet hasta sacó de rueda a Fuglsang. Por detrás, Purito intentó ser cuarto pero se le adelantó Alaphilippe.
La carrera fue espectacular desde el principio, con una escapada sin cumplirse la media hora de carrera de seis corredores, entre los que se encontraban el polaco Kwiatkowski, campeón del mundo de 2014, y el colombiano Pantano, que hizo trabajar para evitar disgustos posteriores a España, Italia y Gran Bretaña, las selecciones de los grandes favoritos.
La carrera se decidió en el circuito de Canoas. Allí se movió bien Nibali liderando a una Italia poderosa, pero al Tiburón de Messina, y también a Henao, le abandonó la suerte que tuvo Van Avermaet. Aunque el belga se la mereció como nadie para abrillantar un palmarés meritorio pero no espectacular que contaba con dos victorias de etapa en el Tour de Francia, una en este 2016, un en la Vuelta a España y triunfos también en la Tirreno-Adriático y la París-Tours.