Compartir:

Óscar Figueroa no tiene límites. El campeón dorado colombiano dio un mensaje enorme este lunes, luchar en varios Olímpicos por la medalla dorada y poner sus zapatos frente a sí al momento de ganarla, señal de retiro. Sin embargo, al terminar el primer capítulo de su sueño afirmó que 'lo voy a pensar para seguirlo en Tokio 2020 y todavía tengo camino por recorrer'.

Figueroa es el primer hombre campeón mundial juvenil de pesas. El primer récord olímpico en la historia del deporte colombiano. El primer hombre campeón del mundo de pesas en mayores. Y el primer hombre campeón olímpico de Colombia en toda su historia, catalogado por el Comité Olímpico Colombiano como 'el mejor pesista colombiano de todos los tiempos'.

En entrevista con el COC explicó la razón por la que se quitó los tenis: 'Son 22 años de carrera deportiva, ya prácticamente me voy a retirar, por eso me los quité, por la emoción, de buscar esto por tantos años y quería retirarme con una medalla dorada'.

Ya en calma, reconsideró la decisión. 'En el momento fue la emoción, son 22 años, pero lo si voy a pensar (el retiro) para seguir en Tokio 2020. Todavía tengo camino por recorrer, el peso de Colombia se siente, todo mi país lo está disfrutando, es una emoción bastante indescriptible, pero ahora quiero terminar mis estudios como empresario y quiero trabajar como dirigente deportivo', sostuvo.

El antioqueño, hijo adoptivo del Valle del Cauca debido al desplazamiento forzado, calificó como 'una emoción indescriptible' colgarse el oro.

'Por fin se dio gracias a Dios, gracias al doctor Jorge Felipe Ramírez, gracias a mi cuerpo técnico, a Coldeportes y a toda la gente que me ha apoyado y a los que no también, sepan que no estoy viejo, eso se llama experiencia y lo demostré en la plataforma, este oro lo confirma'.

Las lágrimas fueron de felicidad, en su último ejercicio sabía que había tocado el cielo con las manos, pero él quería más. Quería superar su propio récord Olímpico de 177kg en envión, quería superarse a sí mismo, su principal rival.

'Todos los rivales eran mis principales rivales. Contra mí mismo, era un reto personal, un reto de toda mi carrera deportiva que gracias Dios se dio con este oro, es lo mejor que me ha pasado. El último ejercicio era para récord olímpico, pero las emociones me pudieron mucho más, ya era campeón olímpico y de igual manera mi récord olímpico seguirá hasta Tokio 2020', contó.

La evolución y sueños de Óscar

Participar en Beijing 2008 fue frustrante, debió retirarse por una lesión. En Londres 2012 tuvo su revancha colgándose la medalla de plata, pero fue ahora, en Río 2016, cuando demostró que no es 'viejo, sino experimentado'. Preguntado por su evolución respondió que ha sido 'mucha'.

'En Beijing fue bastante frustrante porque me encontraba muy bien, pero faltando dos semanas para la competencia tuve una hernia cervical en las C6 y C7, lo que afectó los nervios de mi mano derecha en la raíz T2 y no me permitió competir, fue corto el tiempo de recuperación y para Londres se pudieron dar los resultados, no como los esperábamos, pero gracias a Dios fui plata y hoy tengo la de oro, es muy importante, son episodios totalmente diferentes, un momento difícil de mi vida que fue superado, lo superé en Londres y lo sigo superando hoy', recordó.

Cuando María Isabel Urrutia obtuvo la medalla de oro en Sidney, Óscar se mentalizó y perfiló para hacer lo mismo, ahora buscará que cientos de niños repitan esas historias y por eso pidió apoyo al Gobierno.

'Le pido al señor Presidente que aprueben la Ley del deporte, con los ajustes y correctivos pertinentes que garanticen una sostenibilidad para los deportistas, de igual manera que apruebe un presupuesto para la terminación del Centro de Alto Rendimiento Oscar Figueroa de Cali, para que los niños puedan preparase allí', solicitó.

Por último habló del mejor apoyo, su familia. Desde la tarima vio cómo su mamá sonreía, aplaudía y gritaba de emoción en medio de la tribuna.

Tener allí a los que más quiere fue 'igual de emocionante como recibir la medalla. 'No esperaba que mi madre fuera a estar aquí disfrutando este gran premio de toda mi carrera deportiva de sangre, sudor y lágrimas, a raíz de todos estos largos años, ella ha sido mi motor principal, mi familia y esa alegría es indescriptible como el oro que acabo de obtener', sentenció.