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Caterine Ibargüen saltó 15,17 metros en su cuarto intento para ganar por fin la medalla de oro en la final de triple salto de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Ibargüen fue escoltada por la venezolana Yulimar Rojas, quien saltó 14,98 y se llevó la presea de plata delante de la kazaja Olga Ripakova (14,74).

Con solo una derrota desde los Juegos de Londres 2012, Caterine salió con el sello de favorita y después de un registro de 14,65, el segundo mejor de la ronda inicial, en la segunda marcó su territorio con un 15,03 con el que igual hubiera asegurado la medalla de oro.

Caterine, la atleta más dominante del atletismo mundial en el ciclo olímpico, mostró su instinto fiero en el cajón de saltos y subió la marca hasta 15,17, el mejor salto de la temporada, un golpe de autoridad suficiente para confirmar su dominio.

Era el olímpico el último título que faltaba en la vitrina de Caterine, que a partir de ahora buscará superar los 15,50 metros para ser considerada la más grande saltadora de triple salto de la historia. Tiene un mejor registro de 15,31, conseguido el 18 de julio de 2014, que la coloca quinta mejor de todos los tiempos.

Con el resultado Colombia, que este domingo también ganó una medalla de plata en boxeo con el peso ligero Yuberjen Martínez, saltó del lugar 27 al 16 del medallero con dos preseas de oro y dos de plata que confirman al país en el mejor momento deportivo de su historia. EFE