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No todo puede ser felicidad para Michael Phelps tras haber conseguido seis medallas en los Juegos Olímpicos Río 2016. El nadador estadounidense deberá pagar caro el orgullo de ser campeón olímpico, todo a causa del ‘impuesto de la victoria’.

Este impuesto estadounidense grava cualquier premio que llene el bolsillo del contribuyente norteamericano sin importar si es una lotería o una medalla olímpica.

Los deportistas de este país reciben 25.000 dólares por cada oro cosechado, 15.000 por medalla plata y 10.000 por bronce. Lo que da un gran total de 140.000 dólares.

Siguiendo lo que dicen las leyes, el ‘Tiburón’ debe dar el 39,5% de sus ganancias en impuestos.

Michael Phelps deberá pagar entonces 9,900 dólares por cada una de las medallas de oro conseguidas en Río, las cuales fueron cinco, y 5,940 dólares por la única de plata que se colgó. En total deberá dar 55.440 dólares al fisco estadounidense por las sus triunfos olímpicos.

Restando lo que debe pagar, al nadador le quedaran 84,560 dólares de lo conseguido en Río.

En julio de 2016, la Cámara Alta aprobó un proyecto del senador por Dakota del Sur John Thune. Este busca que se exima a los atletas olímpicos y paraolímpicos de tributar por medallas o premios obtenidos en Olímpicos.

'Nuestros medallistas olímpicos y paraolímpicos deberían preocuparse por romper récords mundiales, no porque se les afectará su cuenta bancaria cuando ganan una presea', dijo el congresista Thune según reseña Univisión.