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Ya no se escuchan ni los batazos ni las instrucciones de los mánagers desde los ‘dugouts’. Incluso las gallinas que colonizaron parte del escenario por muchos años desaparecieron. El estadio Tomás Arrieta, inaugurado el 9 de diciembre de 1946, empieza a ser historia.

Este jueves, el alcalde Alejandro Char, acompañado de la gloria barranquillera de la ‘pelota caliente’ Édgar Rentería, nombre que llevará el nuevo diamante, y el embajador de los Estados Unidos, Kevin Whitaker, inspeccionaron los avances de las obras.

Whitaker, fanático de los Orioles de Baltimore, aplaudió los primeros avances del estadio que espera inaugurarse para los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018.

'Ojalá podamos atraer, a través de los oficios del alcalde, una Serie del Caribe y algo de la MLB. Para el futuro, más hacia el siglo XXI, el mundo beisbolístico necesitamos más y por eso se necesita un escenario en óptimas condiciones', expresó Whitaker.

Char, por su parte, dio el visto bueno al Consorcio Diamante, entidad encargada de la construcción.

'Estoy muy contento por el parte del constructor. Estamos con tiempo y lo más importante es que tendrá el sello de las Grandes Ligas. Queremos que algunas escuelas de béisbol se trasladen acá, tener la posibilidad de realizar una Serie del Caribe y también, por qué no, que algunos equipos hagan su campo de entrenamiento o como mínimo un partido de exhibición en Barranquilla', dijo el mandatario.

Solo queda por demoler la mitad de la tribuna principal, ubicada detrás del home. De resto, solo quedan los escombros.

Joao Herrera, secretario de Recreación y Deportes, dijo que se ha trabajado arduamente para cumplir a la ciudad y a los amantes de la ‘pelota caliente’.

'Ya ha dejado de existir el estadio Tomás Arrieta y se está construyendo el Édgar Rentería. Se están haciendo los límites y el espacio porque este va a ser muy grande y con una capacidad superior. Los cimientos ya están hechos. En definitiva, han sido unos grandes avances los que hemos mostrado, pese a la nostalgia de que se vaya el viejo Tomás Arrieta', concluyó.

Dijo Rentería

Muy contento se le vio a Édgar Rentería ayer en la inspección del estadio que llevará su nombre. Para Rentería el nuevo diamante servirá de motivación para los nuevos peloteros, jugadores, que, según él, deben estudiar para que no les dé duro cuando sean firmados en las Grandes Ligas.

'Este es un paso para que creamos en los nuevos peloteros. También se necesita que los jugadores firmados salgan con una buena educación. A mí me tocaba pedir traducción hasta para pedir en McDonald’s (risas)', expresó a la prensa.

'Me sacrifiqué bastante y traté de poner el nombre del país en alto. Luché y no solo para tener un estadio con mí nombre, sino para que el béisbol colombiano crezca. Barranquilla y la gente que le gusta este deporte merece un buen escenario', agregó Rentería.