Volvió a frotar la lámpara. De nuevo sorprendió, otra vez apareció de la nada y… ¡zas! ¡Una victoria! Carlos Alberto Ramírez Yepes, el bicicrosista que abrió sus ojos al mundo hace 22 años en Envigado (Antioquia), hizo magia en la pista de bicicrós de Río de Janeiro, puso su llanta primero que Nicholas Long y se alzó con la medalla de bronce.
Hubo que acudir al ‘photo finish’ para certificar el triunfo del ‘Pequeño mago’, como lo llaman por su asombrosa manera de ganar posiciones desde atrás.
'Cuando uno de los jueces vino a informarme que yo había llegado tercero, me tiré al piso, celebré y se me salieron las lágrimas', confesó Ramírez.
Así, como los caballos pura sangre, Ramírez fue ganando posiciones hasta meterse en el podio. '¡Qué locura darle una medalla a mi país! ¡Qué locura!', exclamó emocionado al finalizar la competencia.
Su carrera en el planeta de las bicicletas comenzó a los 3 años de edad y en la pista siempre se ha caracterizado por su tenacidad y empuje. Nunca da el brazo a torcer a pesar de las adversidades y ha logrado meterse en la élite del BMX.
Actualmente ocupa el ranking 12 de la Unión Ciclística Internacional (UCI). Carlos Ramírez, que mide 1,78 de estatura y pesa 65 kilogramos de peso, ocupa el tercer lugar que alcanzó Carlos Mario Oquendo en Londres-2012.
Oquendo, que estuvo siempre a su lado en la preparación y en la competencia, se quedó en la semifinal por una caída, pero Ramírez era el as bajo la manga, siguió adelante y defendió el puesto de su amigo con un tiempo de 35.506 segundos.
Completaron el podio el también estadounidense Connor Fields, que se alzó con el triunfo con una marca de 34.642 segundos, y el holandés Jelle van Gorkom, que logró la plata, tras cruzar la línea de meta a más de medio segundo del norteamericano.
Antes de saber que lo suyo era el bicicrós, y sin conocer que el 19 de agosto de 2016 se colgaría una medalla de bronce en unos Juegos Olímpicos, Carlos Alberto Ramírez practicó baloncesto y natación. Pero lo suyo sin duda, era andar en dos ruedas, las mismas que hoy le dan la oportunidad de saborear las mieles de la victoria olímpica.
LA REVANCHA
Como si de un ‘desquite’ de la vida se tratara, este viernes se colgó en Río una medalla de bronce, medalla que hace un año le arrebataron en los Juegos Panamericanos de Toronto luego de ser penalizado tras la culminación de la carrera por salirse de la pista.
Fue campeón mundial de bicicrós en la categoría junior en 2012, obtuvo un bronce en la pasada edición de la Copa Mundo, disputada en Papendal, Holanda, y fue finalista en el campeonato mundial, en Medellín.
Gracias a esas últimas competencias selló una gran temporada que le sirvió para terminar como líder en los parámetros de puntuación establecidos por la Federación Colombiana de Ciclismo y con ellos logró el tiquete a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.