La nota más relevante de la cuarta jornada de los Juegos Paralímpicos se vivió en el Estadio Olímpico de Río de Janeiro. El corredor argelino Abdellatif Baka, que compite en 1.500 metros en la categoría T13 de discapacitados visuales más leve, logró el oro con un tiempo mejor que el que consiguió el atleta estadounidense Mathew Centrowitz en la olímpiada.
Baka, que logró el récord del mundo, se impuso en la final de los 1.500 metros paralímpicos, clase T13, con un tiempo de 3:48.29, mientras que el de Centrowitz fue de 3:50.00.
Ese tiempo del corredor sin discapacidad norteamericano también lo mejoraron otros tres paralímpicos más de la serie que ganó Baka. El etíope Tamiru Demisse (3:48.49), el keniano Henry Kirwa (3:49.59) y el argelino Fouad Baka (3:49.84), que fue cuarto.
Sin embargo, esto no indica que son mejores que los atletas convencionales. En las carreras de largo aliento los tiempos varían de acuerdo al ritmo y tácticas que imponga el pelotón y cada atleta. Hay competencias de ritmo lento, como fue la de los Olímpicos de Río, y otras con un ritmo un poco más veloz como la de los Paralímpicos. De todas formas no deja de ser algo admirable y curioso.
De otro lado, el medallero por países no sufre variaciones y China, con 112 metales, sigue liderando una clasificación en la que el podium de honor lo completan Gran Bretaña (59) y Ucrania (60).
Colombia, muy bien
Colombia ocupaba la posición 37 con un total de ocho medallas, una de oro, una de plata y seis de bronce, lo cual se convierte en la mejor presentación del país en la historia de los Juegos Paralímpicos.