Una fórmula traída desde el banco de emergentes con un corredor y bateador emergente en la ‘entrada de la suerte’ le dio la única carrera a los Indios de Cleveland, pero suficiente para imponerse una carrera por cero a los Cachorros de Chicago, asegurándose un regreso a su estadio en el peor de los casos y ponerse arriba en la serie dos victoria contra una.
Los brazos de los serpentineros de Cleveland se combinaron para solo ceder cinco imparables, ponchar a ocho bateadores rivales y solo permitir una base por bola.
El zurdo Andrew Miller, en calidad de relevo, se llevó el triunfo mientras el abridor Josh Timlin hizo un trabajo impecable en 4.2 entradas en las que permitió un solo hit.
El taponero Cody Allen salvó su primer juego del Clásico de Otoño y el séptimo salvado en la postemporada para el derecho.
El primer tercio del juego se caracterizó porque ambos lanzadores silenciaron los bates rivales.
Mientras Josh Timlin limitó a un solo hit a Cachorros, Kyle Hendricks permitió tres y con un solo hombre llegando a la intermedia o posición anotadora, un hombre se le embasó por entrada, pero sin mayores apuros.
El duelo de Hendricks con la ofensiva indígena no tuvo respiro alguno. En la cuarta vuelta, la Tribu puso corredores en los senderos, incluyendo uno (Francisco Lindor) en la antesala. Y con esa inmejorable chance de romper el celofán, el derecho de los Cachorros ponchó al boricua Roberto Pérez que tiene dos vuelacercas en esta Serie Mundial.
El telón se bajó para el serpentinero de Cachorros cuando en el quinto capítulo permitió que el equipo del manager Terry Francona llenara las almohadillas.
Un sencillo de Tyler Naquin, el pitcher Josh Timlin se sacrificó, Carlos Santana recibió boleto y Jason Kipnis fue golpeado. Con out, la oportunidad de convertirse en héroe le llegó al puertorriqueño Francisco Lindor ante los envíos del relevo Justin Grimm.
Sin embargo, el campocorto sacó una rola al guante de su compatriota Javier Báez en la segunda, quien se combinó con el torpedero Addison Russell y este con el inicialista Anthony Rizzo para materializar una doble matanza clave en la cuenta de 3 y 2 en favor del bateador.
En la entrada de la suerte, Cleveland pudo romper la paridad jugando pelota pequeña y dando, por fin, el bateo oportuno.
Roberto Pérez abrió con sencillo. Fue remplazado por el corredor emergente Michael Martínez; Tyler Naquin se sacrificó para mover al corredor; en el siguiente turno, un mal lanzamiento al plato no pudo ser controlado por el receptor de Cachorros Wilson Contreras y el hombre estacionado en la segunda avanzó a la tercera.
En sustitución del lanzador de Indios en el orden al bate vino Coco Crisp que por fin para la Tribu dio el batazo oportuno para remolcar a Martínez con la rayita de la quiniela.
En la baja de ese capítulo, Cachorros dejaron a un corredor en la tercera base con dos outs desperdiciando una gran oportunidad de igualar las hostilidades.
Por los Indios, Francisco Lindor de 4-2, lo mismo que José Ramírez.