El Dakar de 2017 será 'el más duro de los disputados en América', según los organizadores, porque a las tradicionales dificultades del rally se sumarán las propias de un clima extremo y de la altura, ya que por vez primera se atravesarán las dunas del altiplano boliviano.
El recorrido, presentado ayer en un acto en París, comenzará el 2 de enero próximo en Asunción, otra novedad de la edición, que agrega a Paraguay a la nómina de países atravesados por el rally.
Tras un breve paso por Argentina, la caravana dakariana ingresará en territorio boliviano, país que acogerá el rally por cuarta edición consecutiva pero que tendrá buena parte del peso competitivo de la cita.
'El altiplano boliviano ofrece cosas que hasta ahora no tenía el rally. Creo que para ganarlo habrá que adaptarse a condiciones diferentes de otras ediciones', señaló el director deportivo de la prueba, Marc Coma.
El de 2017 será un Dakar extremo, con brutales cambios de temperatura y larguísimas etapas, muchas de ellas disputadas a más de 3.500 metros de altitud, donde ni los organismos de los pilotos ni los motores de sus máquinas dispondrán el oxígeno suficiente para alcanzar su máximo rendimiento.