El fútbol está de luto y abraza solidariamente al Chapecoense, el pequeño equipo brasileño que en su momento de mayor gloria encontró la tragedia (ver infografía).
El avión que trasladaba al ‘Chape’ hacia Medellín para enfrentar al Atlético Nacional en el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana, desapareció de los radares a las 10:13 p.m. del lunes.
Pasada la medianoche, la Aeronáutica Civil (Aerocivil) de Colombia informó que una aeronave procedente de Bolivia de la empresa Lamia se accidentó en el Cerro El Gordo, en cercanías al municipio de La Unión, Antioquia, con nueve tripulantes y 68 pasajeros a bordo, entre ellos los 22 jugadores del Chapecoense, su cuerpo técnico, directivos, invitados especiales y periodistas que cubrirían el juego que se debía disputar esta noche.
El trágico balance entristeció a todo el mundo, especialmente al deportivo y futbolero: 71 muertos y seis sobrevivientes.
Tan pronto se supo de la nefasta noticia comenzaron las reacciones de federaciones, clubes, jugadores, exjugadores y hasta de mandatarios que exaltaron el nombre de esa pequeña institución, que pasó a la historia por una inesperada cita con el destino.
El comandante de la Policía del Departamento de Antioquia, coronel José Gerardo Acevedo, informó que 'inicialmente fueron rescatadas siete personas con vida de los restos del aparato, pero posteriormente una de ellas (el arquero Danilo) falleció cuando recibía atención médica'.
Los supervivientes rescatados, con lesiones de distinta gravedad, son los futbolistas brasileños Jackson Follman, Alan Ruschel y Neto (que fue el último en ser hallado); la azafata boliviana Ximena Suárez y el periodista brasileño Rafael Henzel, que fueron trasladados a hospitales y clínicas de la región.