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Kevin Torres y Julieth Jiménez son tan junioristas que este sábado, una hora y media después de contraer matrimonio en la iglesia San Pablo, del barrio La Paz, asistieron, con todo y vestimenta de nupcias, a la tribuna oriental del estadio metropolitano Roberto Meléndez para observar el partido entre el cuadro rojiblanco y Cortuluá, en la undécima fecha de la Liga Águila I.

Kevin, con saco y corbata, Julieth, con su vestido largo blanco, estaban como si nada en medio de la gradería baja de oriental, mientras en la cancha jugaba el equipo amado, con el que se casaron desde la cuna, el que acompañan en la salud y en la enfermedad, al que hace rato juraron fidelidad y amor eterno. Antes que los dos se subieran al altar, el corazón de ambos tenía dueño.

'Siempre venimos al estadio, esta vez tampoco podíamos fallar. La idea fue de los dos, los dos estuvimos de acuerdo, menos nuestros familiares que están en la casa rabiosos', contó Torres en diálogo con EL HERALDO.

Efectivamente, como la pareja de recien casados no se fue de inmediato a la recepción que tenían preparada, los invitados y personas allegadas a ellos tuvieron que esperar el desenlace del encuentro Junior-Cortuluá.