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El argentino Gonzalo Higuaín ha sido criticado en muchas ocasiones a lo largo de su carrera por no ser decisivo en los partidos importantes, pero se reivindicó este miércoles con un doblete contra el Mónaco (2-0) que casi clasifica a la Juventus para la final de la Liga de Campeones.

Tanto en el Real Madrid (2007-2013), como sobre todo en el Nápoles (2013-2016) y la Juventus (2016-2017), el delantero de la Albiceleste, 29 años, ha demostrado su olfato goleador, lo que le ha valido ser reconocido como uno de los mejores rematadores de su generación.

Pese a sus estadísticas goleadoras (1 gol cada 112 minutos de juego, según calculó este miércoles el diario francés L'Equipe), a Higuaín se le ha criticado con frecuencia su menor rendimiento en los partidos con mucho más en juego que los tres puntos.

'GonZlatan'. Por ello, este mismo miércoles L'Equipe le rebautizaba como 'GonZlatan' Higuaín, comparándolo con el sueco Zlatan Ibrahimovic, al que en su día el exentrenador del Milan Arrigo Sacchi le definió como 'un gran jugador en los partidos pequeños y un pequeño jugador en los partidos grandes'.

Pero el 'Pipita', que solo había marcado dos goles en los 24 partidos de eliminatorias directas de la Liga de Campeones que había disputado desde su llegada a Europa, es decir uno cada 744 minutos de juego, se reivindicó este miércoles marcando dos en menos de una hora y dejando casi sentenciado el pase a favor de su equipo.

En el primero, elaboró una jugada con el lateral brasileño Dani Alves que acabó con un pase de tacón del lateral para que el '9', llegando desde atrás, rematase a la altura del punto de penal para batir al croata Danijel Subasic (29).

El segundo, antes de la hora de juego, tuvo a los mismos protagonistas: centro desde la banda derecha de Dani Alves e Higuaín, al segundo palo se tiró para anotar ajustado al palo.

'Los goles no se me estaban dando en esta competición, pero sabía que tenía que estar tranquilo y seguir trabajando duro', declaró Higuaín tras el partido.

Versátil y efectivo. Uno con la derecha y el otro con la izquierda, demostrando así que dispone de recursos para anotar.

Y dos goles en las dos ocasiones que tuvo, un 100% de efectividad del que careció, por ejemplo, su homólogo en el Mónaco, el colombiano Radamel Falcao, que se estrelló ante el arquero Gianluigi Buffon en las dos chances que tuvo para marcar (19 y 47).

Esta imagen en Europa, la del jugador que falla ocasiones claras en momentos clave, le ha acompañado también en su etapa en la Albiceleste, tras errores en la final del Mundial 2014 contra Alemania y en la dos finales de Copa América contra Chile (2015 y 2016), que privaron a Argentina de ansiados títulos.

Con medio billete para la final de Cardiff en el bolsillo y con el Real Madrid en el horizonte (tras ganar el martes 3-0 al Atlético en la otra semifinal), Higuaín puede tener la ocasión el próximo 3 de junio en la capital galesa de lavar definitivamente su imagen y hacerlo, además, ante el club en el que estuvo durante seis temporadas y media y del que se marchó al no sentirse valorado, ni por la entidad, ni por el público del Santiago Bernabéu.