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Una llamada pasadas las 8 de la noche, un 7 de octubre de 1992, privó al pívot bolivarense Álvaro Teherán de convertirse en el primer colombiano en jugar en la NBA. Teherán, hoy con 51 calendarios 'bien vividos', según él, llegó a jugar cinco partidos de pretemporada con los Sixers de Filadelfia, pero un día antes de comenzar la temporada regular, al oriundo de María La Baja, con 2,15 metros de altura, le notificaron que su sueño no se cumpliría.