Venezuela Sub-20 se enfrenta a Inglaterra, este domingo a partir de las 5 a.m. (hora colombiana), en la final del Mundial de Corea del Sur, con el objetivo de lograr su primer cetro mundialista y cumplir el sueño de un país convulsionado por los problemas políticos y sociales.
La ‘Mini-vinotinto’, que afronta la primera final de su historia en un Mundial de fútbol, quiere rubricar con letras doradas su impecable recorrido en el Mundial surcoreano, en el que ha brillado por su fútbol ofensivo, su tesón y su capacidad realizadora.
Su rival, Inglaterra, pese a ser un histórico del fútbol, tampoco se ha proclamado antes campeón de un Mundial Sub-20, y al igual que Venezuela, no sabe lo que es disputar una final en un Mundial de la categoría.
El hito logrado por los pupilos de Rafael Dudamel ha situado en el panorama futbolístico a un país que en categoría Sub-20 nunca antes había pasado de los octavos de final. Los alcanzó en Egipto-2009, en la hasta este año única presencia de la ‘Mini-vinotinto’ en una cita mundialista.
Bálsamo esperanzador. Un triunfo del combinado sudamericano serviría como bálsamo para una población que sufre las consecuencias de la crisis económica y política que sacude al país.
Pero a la vez, en el plano deportivo, alentaría las esperanzas de una futura primera clasificación para un Mundial absoluto.