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El colombiano Rigoberto Urán (Cannondale) saldó una deuda que tenía con el Tour de Francia al lograr ganar ayer la que muchos consideraban la etapa reina, la novena, con tres puertos de categoría especial, entre Nantua y Chambery.

Urán se impuso en un esprint que necesitó foto-finish a otros cinco ciclistas, entre los que estaba el líder británico Chris Froome, que conserva el maillot amarillo.

La jornada tuvo una trágica caída del australiano Richie Porte en el descenso del último puerto, por lo que tuvo que ser evacuado en ambulancia.

Urán ascendió a la cuarta posición en la general, a 55 segundos de Froome, precedido por el italiano Fabio Aru, segundo a 18 segundos del líder, y el francés Romain Bardet, tercero a 51.

El ciclista colombiano de 30 años logró la primera victoria para su país en el presente Tour, en esta etapa de 181,5 km, en la que su compatrota Nairo Quintana perdió contacto con los favoritos en el último puerto de montaña, el Mont du Chat.

Quintana, que era la mayor baza colombiana en este Tour, se quedó poco antes del último kilómetro de la ascensión final, a unos 27 kilómetros de la meta, y entró en la meta en décima posición, a 1 minuto y 15 segundos de Urán.

La foto-finish dio la victoria a Urán en un apretado final con el francés Warren Barguil.

Froome entró en tercera posición en ese sexteto de cabeza, delante de Bardet, Aru y el danés Jakob Fuglsang.

Quintana llegó en un segundo grupo de cinco ciclistas.

El español Alberto Contador, que tuvo dos caídas, se quedó descolgado al inicio del último puerto, entrando en vigésima posición a 4 minutos y 19 segundos.

En la general, Quintana es ahora octavo a 2 minutos y 13 segundos de Froome, y Contador baja a la duodécima plaza, a 5 minutos y 15 segundos.

'Es algo muy grande. Se ha ganado una etapa muy importante y es muy grande la emoción. Estoy muy bien, queda mucha carrera, estoy bien preparado pero lo importante es ir día a día', señaló Urán tras la victoria.

'Pensé que me hacían una broma'

Rigoberto Urán, que a sus 30 años logró su primera victoria en una etapa del Tour de Francia, en una llegada en la etapa reina de la carrera, en la que se tuvo que recurrir a la foto-finish, afirmó que pensaba que le estaban bromeando cuando le dijeron que había ganado. 'Fue un día complicado, muy difícil.

Pensé que me estaban vacilando cuando me dijeron que había ganado porque no sabía nada. Ahora queda mucho recorrido, con los Pirineos y los Alpes, pero gané la etapa y tengo que disfrutarlo', dijo Urán.

El padre de Urán estaría orgulloso

Rigoberto Urán perdió a su padre en 2001, asesinado por los paramilitares. Su progenitor, que era un apasionado de la bicicleta, estaría hoy orgulloso de su hijo tras ganar ayer la novena etapa del Tour de Francia, considerada por muchos como la etapa reina.

Su papá, que también se llamaba Rigoberto, arregló una bicicleta que tenía para que su hijo de 14 años pudiera acompañarle los fines de semana.

A Urán, ahora ciclista profesional de 30 años, que además de esta etapa del Tour ha sido dos veces segundo en el Giro y fue plata de ciclismo en carretera en los Juegos de Londres-2012, no le gustaba pedalear.

Poco después de tener su primera bicicleta, su padre era asesinado al recibir varios impactos de bala en una calle de Urrao, en el noroeste del país.

Rigoberto Urán padre tenía 52 años y el pequeño Rigo tuvo que asumir con 14 el papel de locomotora de una familia destrozada, teniendo que trabajar desde muy joven para mantener a su madre Aracelly, que entró en una depresión tras el asesinato de su esposo, y su hermana, Martha, heredando el trabajo de su progenitor, vendiendo boletos de lotería por la calle.

Esa bicicleta, que al principio tan poco le gustaba, fue la que le permitió escapar a un entorno peligroso.

Un día vio que había una carrera en su región, fue a buscar la bicicleta que le regaló su padre y ganó la prueba.