La tenista española Garbiñe Muguruza aprovechó la ausencia de Serena Williams para ganar a su hermana Venus en la final y conquistar el primer Wimbledon de su carrera y su segundo torneo del Grand Slam.
Muguruza se impuso a la estadounidense por 7-5 y 6-0 y se convirtió además en la primera jugadora en batir a las dos hermanas Williams en finales de torneos del Grand Slam, porque en 2016 derrotó a Serena en Roland Garros.
Curiosamente, la jugadora nacida hace 23 años en Caracas ha ganado sólo 4 torneos en toda su carrera, pero la mitad en los torneos más importantes.
'Es muy difícil hallar una receta para sentirte bien físicamente, tenísticamente, mentalmente. Creo que en estos torneos logró hacer encajar todo, que es muy difícil'.
La española acabó con el sueño de Venus Williams de ganar su sexta corona en la hierba de Londres, que hubiera sido la nº13 de una hermana Williams desde el año 2000, uno de ellos en la final Serena-Muguruza de 2015.
'Es muy emocionante ganar a una jugadora a la que crecí viendo jugar', dijo Muguruza al término del partido, provocando las risas del público.
'Hace dos años perdí aquí la final con Serena y me dijo que algún día iba a ganarlo, y aquí estoy', añadió.
Muguruza, decimoquinta del mundo, ganó el punto decisivo en una jugada revisada en video y, cuando la imágenes le dieron la razón, cayó de rodillas emocionada por la victoria ante la undécima del mundo.
Se trata de la segunda jugadora española en triunfar sobre la hierba del All England Club después de Conchita Martínez, en 1994. Precisamente, Martínez que entrenó a Muguruza en este Wimbledon, se impuso entonces a Martina Navratilova, que como Venus Williams tenía 37 años.
Muguruza, la nueva reina en Londres, confesó que antes le irritaba jugar en canchas de hierba.
'Era duro. Al principio no me gustaba jugar en hierba. Sufría, jugando y tratando de lidiar con ella. Me llevó un tiempo calmarme y decirme, ‘mira, hay que adaptarse’', dijo la tenista de 23 años, formada, como todos sus compatriotas, en canchas de tierra batida.