El infortunio de Cilic empezó cuando desaprovechó una bola de ruptura del servicio de Federer en el cuarto juego del primer set, con 2-1 a su favor, y en el siguiente empezó a flaquear. Perdió su arma más poderosa, el servicio, en dos ocasiones y el suizo acabó anotándose el primer set por 6-3.
En la primera manga, el croata había fallado un poco más de la mitad de sus primeros servicios e, increíblemente, no había logrado ni un solo ace, cuando llegaba a la final con el segundo mejor registro del torneo, con una media de 21 por encuentro.
La tónica se mantuvo en el segundo set, y Federer rompió el servicio del croata a la primera ocasión, lo que le sirvió para irse 3-0.
Cilic se recompuso y ganó bien su servicio, pero fue incapaz de arañar a un Federer que pareció entender que estaba en sus manos tolerar que el croata se metiera en el encuentro o acabar de hundirle. Optó por lo segundo.