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'Yo quiero que tú batees, que tú batees. Un hit, un doble, lo que sea, pero batea'. Esa es la frase que cantan unas 200 gargantas panameñas que acompañan a su novena en el Latinoamericano de Béisbol, categoría infantil, que se realiza en Barranquilla.

Sale del ‘dugout’ directo a la caja de bateo. Esmith Pineda, con 12 años y 1.75 metros de estatura, intimida a los rivales. Primer servicio, falla. Luce tranquilo, sin desesperaciones. Segundo lanzamiento, sencillo al jardín central. Pineda, en el triunfo por nocaut 12-1 ante Guatemala, se fue de 3-3. La registradora lo vio pasar tres veces y conectó tres imparables. Con el madero siempre se exhibe intratable.

'Me va bien en la ofensiva. En el principio no me iba bien porque era bola suave, pero cuando se comenzó a tirar bola rápida estoy bateando', expresa el estudiante del colegio El Roble, en Coclé.

Pineda es multifacético. No solo le gusta estar en los diamantes, también se anima a jugar fútbol y gracias a su estatura, se vuelve un arma letal para vulnerar defensores con sus cabezazos.

'Yo juego de todo. En el fútbol aprovecho mi estatura y juego de delantero. Hago mis goles. De verdad que me gusta mucho también, pero no puedo negar que el béisbol es mi pasión. Completamente mi pasión', expresa.

Yanquis de Nueva York es la novena que sigue en las Grandes Ligas, pero su jugador preferido es el dominicano José Bautista de los Azulejos de Toronto.

'José Bautista es uno de mis preferidos. Creo que tengo el brazo y el bateo de él. Es un jugador líder y que se destaca mucho. Eso me gusta', agrega Pineda, pitcher natural panameño, pero ayer hizo el papel de jardinero izquierdo ante los guatemaltecos.

Panamá, en cinco salidas, permanece invicto y hoy enfrentará a Venezuela, novena que ayer le dio una paliza de 24-0 a la Argentina. Ambos seleccionados están en la cima del torneo y sin lugar a dudas alguno de los dos se quedará con el título el sábado.

'El equipo está muy animado y quiere quedarse de nuevo con el título. Queremos ir al Williamsport. Los nuevos están haciendo su trabajo para ser campeones y llegar al Mundial', expresa Pineda, quien desde los 6 años recuerda estar pisando los diamantes.

La última vez que midió sus lanzamientos Pineda rayaba en las 95 millas. Este año dice que su poder está igual o mejor.

'Espero ser firmado algún día. Llegar a las Grandes Ligas y demostrar todo mi talento. Me va muy bien bateando y también haciendo los lanzamientos. Eso sirve mucho', concluye el espigado jugador que además de ser el cuarto bate de su equipo es uno de los de mayor estatura en todo el campeonato en el que compiten también Perú y Colombia, con dos equipos, Falcón y el de las Fuerzas Armadas.