Nairo Quintana gastó ese jueves su último cartucho para destacar en el Tour de Francia tras ser solo undécimo en la decimoctava etapa de la carrera, con final en el Izoard, a 1 minuto y 18 segundos del vencedor, el francés Warren Barguil.
El colombiano, que se quedó descolgado al inicio de la ascensión, en esta etapa entre Briançon y el Puerto del Izoard, de 179,5 km, y que sigue duodécimo en la general, a 13 minutos y 52 segundos, del líder, el británico Chris Froome, prometió que el año que viene 'será diferente', augurando una mejor actuación.
'Sin las piernas que a uno le gustaría tener es imposible conseguir un buen resultado. Hoy aguantamos hasta donde hemos podido. Está claro que no es bueno sentirme como me siento. Es bastante difícil explicar cómo estoy', afirmó Quintana.
'Solo sé que echamos mucha fuerza y coraje para llegar hasta arriba y que, como decía estos días, el objetivo una vez vimos cómo estábamos era terminar bien, y así será', añadió.
Ahora, al ciclista boyacense de 27 años, al que pasó factura su esfuerzo en el Tour, solo le queda esperar al año que viene, reconociendo que su apuesta por el doblete Giro-Tour fue arriesgada.
'Sabemos que las cosas no nos han ido bien, y que a la vez lo que íbamos a hacer era bastante arriesgado y no sabíamos cómo iba a salir. Estos son los resultados. El próximo año seguro que será diferente', concluyó.