El estadounidense Jordan Spieth ganó este domingo, en el Royal Birkdale de Southport, su primer Abierto Británico de golf, con una ventaja de tres golpes con respecto a su compatriota Matt Kuchar.
Spieth, de 23 años, completó la ronda final en 69 golpes, 12 bajo par, mientras que Kuchar, que terminó segundo, lo hizo con nueve golpes por debajo del par. El chino Li Haotong, de 21 años, terminó tercero. Se trata del tercer 'major' para el estadounidense, que ya se llevó el Masters de Augusta y el Abierto de Estados Unidos en 2015.
El golfista texano precisó de un total de 268 golpes (por los 271 de Kuchar y los 274 de Li) para llevarse un torneo que dominó desde el principio y que le sirve para igualar la marca del legendario Jack Nicklaus: conseguir tres grandes antes de cumplir 24 años.
'Esto es un sueño hecho realidad para mí. Sienta muy bien tener el premio entre mis manos', dijo el joven desde el hoyo 18, donde recibió el trofeo.
Spieth comenzó el día con una ventaja de tres golpes sobre Kuchar, pero casi termina desperdiciándola al completar con tres bogeys tres de los primeros cuatro hoyos. Por entonces ambos golfistas estaban empatados.
En el agujero 13, Spieth mandó la bola detrás de una loma desde la que no podía divisar el green, lo que le obligó a tomar una penalización para poder seguir lanzando desde un lugar adyacente.
Después retomó el control y encadenó tres birdies y un eagle en los cuatro siguientes hoyos con los que volvió a tomar una ventaja que ya no abandonaría.
'Esto ha sido memorable. Diecisiete pares y un birdie también hubiesen estado bien, pero ahí muchas formas de llegar', bromeó Spieth, que se embolsará 1,85 millones de libras (algo más de dos millones de euros) tras su victoria.
'Es demoledor, duele': Kuchar
'Podríamos haber ganado tanto él (Kuchar) como yo', admitió Spieth, que cumple 24 años el jueves de la semana que viene y se convierte en el golfista más joven en llevarse el British Open desde que en 1979, con apenas 22 años, lo hiciese el español Seve Ballesteros.
'Es demoledor. Duele. Pero también hay entusiasmo y emoción por haber jugado bien, por haber plantado cara', concedió por su parte Kuchar, que de haber ganado se habría convertido en el sexto campeón en los últimos siete Abiertos de 39 años o más.
'Trabajas duro para llegar a esa situación, pues no hay muchas oportunidades de hacerlo. Para estar así de cerca, saborearlo cuando solo faltan cinco hoyos... Es duro sentarse y admitirlo', agregó.
El campeón de la edición de 2014, el norirlandés Rory McIlroy, compartió el cuarto puesto con el español Rafael Cabrera-Bello (reciente campeón del Abierto de Escocia), a siete de Jordan Spieth.
Los otros dos españoles que venían con posibilidades al torneo, Sergio García (reciente vencedor del Masters de Augusta) y el joven Jon Rahm, firmaron actuaciones discretas. García terminó a 14 golpes de Spieth (+2) mientras que Rham lo hizo a 15 (+3).
El sábado, en la tercera ronda, el sudafricano Branden Grace cerró la jornada con una tarjeta de 62 golpes, estableciendo el mejor resultado en un día en un torneo del Grand Slam.