Ángel Villar, suspendido por un año como presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) y en prisión provisional por presuntamente lucrarse utilizando a la selección nacional, dimitió de sus cargos como vicepresidente de la Fifa y de la UEFA, anunciaron este jueves ambas instancias.
Arrestado desde el 18 de julio, Villar ingresó en prisión provisional como sospechoso de haber creado y alimentado durante años una amplia red clientelar y corrupta en el seno del fútbol español.
El martes Villar fue suspendido por un año y cautelarmente por el Consejo Superior de Deportes (CSD) español.
Igualmente están siendo investigados su hijo Gorka y Juan Padrón, vicepresidente económico de la RFEF en la anterior directiva.
'Villar dimitió de su puesto de vicepresidente senior de la FIFA', indicó a la AFP un portavoz de la Federación Internacional.
El español también dimitió el miércoles 'de sus funciones de vicepresidente de la UEFA y de miembro del comité ejecutivo de la UEFA con efecto inmediato', indicó la instancia europea en un comunicado.
Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, 'aceptó la dimisión de Villar y le agradeció sus numerosos años de servicio al fútbol europeo', añadió la UEFA.
Según la justicia española, Villar había creado una red clientelar por la que utilizó partidos de la selección española para provecho de la empresa de su hijo Gorka, entre ellos un encuento con la Selección Colombia.
Entre esos partidos se investigan dos contra Colombia: uno en 2011 y otro en junio de 2017. Sobre ese último partido, Jesurún detalló que tenían dos partidos amistosos previstos para junio y que el criterio del cuerpo técnico de la selección colombiana era 'que no se hicieran fuera del territorio europeo', donde juegan buena parte de los futbolistas que integran el combinado 'cafetero'.
Igualmente, habría usado la RFEF para conceder beneficios a presidentes de federaciones regionales 'en cuyo ámbito no tenía asegurado el apoyo', según el juez Santiago Pedraz, de la Audiencia Nacional española.
El encarcelamiento de Villar es un nuevo golpe en el fútbol español, ya afectado por los escándalos de supuestas evasiones fiscales que afectan a jugadores como Cristiano Ronaldo.
El delantero del Real Madrid comparecerá el 31 de julio por un presunto fraude fiscal de 14,7 millones de euros relacionado con sus derechos de imagen.