Chamo Padilla es un caleño de 42 años que dirige un taller creativo en el que todos los integrantes son directores de arte. Chamo se define como un cachaco que ama Barranquilla y que está contribuyendo a su progreso a través de sus diseños. Su equipo se inspiró en toda la riqueza que tiene esta ciudad para crear el logo de Barranquilla2018: mar, río, sabana, arena, sol, la flor de la cayena. Y dibujó una ruta, cual navegante de la vida, por las aguas que bañan Centroamérica y el Caribe para proyectar una imagen que será un símbolo histórico de Barranquilla.
Chamo es un hombre discreto y humilde a la vez. Elude el protagonismo en la foto que ilustra esta página porque él prefiere premiar el trabajo de todo el equipo. Sólo su esposa barranquillera, los que trabajan con él y, probablemente, también sus amigos encontrarían su oficina, aunque esta se encuentra ubicada en una calle popular de la ciudad. No hay un cartel fuera, ni dentro algo que te haga imaginar que este grupo de Chamo ha creado algo tan grande como ese bello logo. Toda la imaginación, toda la esencia está en un habitáculo pequeño de la calle 72. Exacta y sencillamente como los buenos perfumes.
En el logotipo de los últimos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro participaron más de 100 personas entre diseñadores, estrategas y redactores. En el de Barranquilla sólo 8 talentos imaginaron la silueta de la Cayena, representativa de la Costa Atlántica y del folclor costeño, los colores del mar, río, sabana, arena y sol. Colocaron tres puntos con los colores olímpicos que sirven de pistilos de la flor, la semilla del espíritu deportivo y la alegría de la fiesta olímpica.
Todo lo demás es pasión y amor por Barranquilla. Tenían el desafío de conseguir algo que dibujara a una ciudad en crecimiento, a una ciudad que aspira a ampliar su carácter internacional, y acabaron perfilando una marca que se proyecta como algo muy grande: 'Un logo memorable, reconocible y que entrara en las grandes ligas de la comunicación deportiva', dice Chamo Padilla.
Mario Varela, Carolina Urueta, Anthony Morales, Andrés Pérez, María Alejandra Abello, Armando Pumarejo, Ana Orbegozo y Chamo lo miraron todo, investigaron, se acordaron de ‘Naranjito’ y también del cartel que hizo Joan Miró para una Vuelta a España. Sabían que tenían el listón alto, pero ellos, unos entusiastas y profesionales del diseño querían subirlo. 'Más que una agencia nosotros formamos un taller de ideas, que trabaja creatividad, que pensamos en hacer algo completamente distinto, innovador, que es lo que nos mueve la fibra. Y nos parece que hemos conseguido algo que realmente tiene fondo', añade el director creativo de Crea.
Preguntado por lo que espera de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Chamo tiene clara la respuesta: 'Espero que los Juegos sean el trampolín para que Barranquilla siga viéndose desde fuera de la mejor manera. Estamos apostando por organizar los mejores Juegos de la historia, pero eso le va a traer a la ciudad muchas cosas buenas, turismo, gastronomía, hoteles e inversiones importantes para la ciudad'. Todo un reto envuelto en perfume.