Otro crack dejará su huella en Barranquilla. Neymar, el irreverente y mágico jugador que el PSG convirtió recientemente en el más costoso del planeta al pagar 220 millones de euros por la cláusula de recisión de su contrato con el Barcelona, aterrizó anoche en la ciudad para encarar el partido entre Colombia y Brasil, que se disputará en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, mañana a partir de las 3:30 p.m., en la jornada 16 de la eliminatoria al Mundial Rusia-2018.
No es el primer astro del fútbol brasilero que brilla en el cielo currambero. Hay toda una constelación de estrellas que ha dejado su estela a lo largo de la historia del balompié de la capital del Atlántico, empezando por nada más y nada menos que Edson Arantes do Nascimento, Pelé, y Manuel Francisco dos Santos, Garrincha.
Estas dos legendarias figuras del deporte mundial, deleitaron al público local en el estadio Romelio Martínez. Pelé, considerado por muchos como el mejor futbolista que ha existido, vino a la ciudad para encarar un partido amistoso entre Junior y su equipo, Santos.
El 25 de enero de 1967, hace exactamente 50 años siete meses y 10 días, ‘O Rei’ y su corte santista llegaron a la Arenosa en medio de una enorme expectativa para medirse a Junior, que tenía en su titular a tres compatriotas Pepe Romeiro, Quarentinha y Othon Alberto Dacunha, quien echó raíces en esta tierra.
Unas 22 mil personas abarrotaron las tribunas del Romelio Martínez para ver el empate 3-3. Pelé se fue en blanco, Toninho anotó los tres goles del cuadro extranjero, mientras Dacunha, Antonio Rada y Walberto Maya marcaron para los anfitriones.
Pelé volvió después en 1975, como figura publicitaria de Pepsi, para dictar unas charlas a jóvenes valores barranquilleros.
Garrincha, ya con 35 años de edad y con más grasa que músculo, mostró en Barranquilla vestigios de la magia con la que condujo a Brasil hacia dos conquistas de la Copa del Mundo (Suecia-1958 y Chile-1962). Pactó con Junior la suma de 3 mil dólares por partido jugado, pero solo jugó uno y se marchó en busca de su gran amor, la artista Elza Soares. El 25 de agosto de 1968, los tiburones, con ‘Mane’ en la cancha, perdieron 3-2 ante Santa Fe. Fue su debut y despedida.
Pero no todos los hombres del país de la samba pasaron fugazmente por la Puerta de Oro. La afición de Junior es muy afortunada. Marcio Rodríguez Cruz, Émerson Luiz Firmino, Clovis Bento da Cruz, Marquinho, Rodrigo Teixeira (a quien llamaban en Ecuador ‘El Terror de las defensas contrarias’), Casiano Mendes, Anselmo De Almeida y Marcelo Macedo, tal vez sean los únicos brasileños que las nuevas generaciones han podido ver con la casaca rojiblanca en los últimos 20 años en el ‘Metro’, pero antes, en el Romelio, desfilaron auténticos y míticos artistas del balón con acento portugués como Heleno de Freitas, a quien apodaban ‘El Gitano’ o ‘El Pelé Negro’.
De Freitas, arrogante, siempre engominado y correctamente peinado, permaneció aquí en las temporadas de 1950 y 1951. Plasmó sobre el gramado del viejo estadio municipal antológicas jugadas que fueron admiradas y retratadas en la pluma del mismísimo Gabriel García Márquez, que confesó que sintió pasión por Junior y el fútbol después de ver a Heleno.
Dida, campeón mundial con Brasil en Suecia-1958, se vistió de tiburón entre 1966 y 1967. Siempre es rememorado por los hinchas rojiblancos por su técnica excelsa y sus goles de chilena.
Y hay más. Quarentinha, Othon Dacunha, Othon Valentin, Enrique Botejara, Nilson Bruno, Pepe Romeiro, Ayrton, Escurinho, Laerte, Marinho de Oliveira, Elba de Padua Lima (Tim) y el siempre idolatrado Víctor Ephanor… La lista de cracks brasileños que dejaron su huella en Barranquilla es larguísima desde Pelé hasta Neymar.