Gremio de Brasil festejó una noche gloriosa en el estadio La Fortaleza del argentino Lanús al vencerlo 2-1 y conquistar por tercera vez la Copa Libertadores, con autoridad y dos goles de fantasía ante 45.000 aficionados en el sur de Buenos Aires.
'Es un momento maravilloso. Los jugadores son verdaderos guerreros', declaró el DT del campeón, Renato Gaúcho. Detrás suyo en el campo, el plantel levantó el trofeo en medio de una lluvia de papelitos, fuegos artificiales y el delirio de unos 4.500 gaúchos con banderas en la tribuna visitante.
No hubo esta vez proeza del asombroso Granate. Fue una fiesta completa del tricolor de Porto Alegre. Marcaron Fernandinho, a los 27, con un zurdazo demoledor, y Luan, a los 42, con un gol de ensueño, con toque suave por encima de la tapada del arquero Esteban Andrada. Luan ha sido elegido el mejor jugador de la Libertadores-2017.
'Estoy muy feliz. El triunfo fue colectivo no personal de ningún jugador. Hicimos un gran primer tiempo y estuvimos ordenados en el segundo', dijo Arthur, premiado como el mejor jugador del encuentro.
A los 72 descontó El 'Pepegol' José Sand de tiro penal. Unos 4.500 hinchas gaúchos deliraron en una de las tribunas con la maestría y solidez del campeón. Fue el corolario perfecto de la ventaja por 1-0 establecida en el partido de ida en la Arena do Gremio, con gol de Cícero. Sus hombres levantaron el trofeo en medio de una lluvia de papelitos y el tronar de petardos.
Gremio había ganado las Libertadores de 1983 y 1995. Argentina y Brasil hegemonizan el palmarés del torneo continental, pero los brasileños han acortado ahora la supremacía de los argentinos (24 a 18 copas).
En Porto Alegre, el Arena de Gremio se tiñó de azul, negro y blanco con más de 30.000 personas que celebraron la victoria del 'tricolor gaúcho' que tuvo que esperar doce años para nuevamente alzar el trofeo de la Libertadores.
La única incidencia fue que a los 83 resultó expulsado Ramiro por manotear al árbitro paraguayo Enrique Cáceres.
- Luan le gana a Sand -El público argentino aplaudió al final a Gremio. La escuadra brasileña había tomado el control del juego en menos de lo que canta un gallo. Superó los nervios de la final. Le puso una presión insoportable a Lanús en sus movimientos de salida desde el fondo. Al Granate se lo veía confuso y enredado.
Impecable Jaílson, imparable Arthur, movedizo Ramiro, talentoso por ráfagas Luan y contundente Fernandinho. En el arco tuvo a un formidable Marcelo Grohe, incluso cuando le tapó en elástico vuelo un tiro libre al ángulo de Velázquez.
Estuvo apagado Román Martínez, motor y usina lanusense en el medio juego. Sand quedó atrapado en la trampa defensiva de Pedro Geromel y Bressan.
Sand se debatió sin compañías. El emblemático Lautaro 'Laucha' Acosta luchó a brazo partido y perdió su duelo personal con Edilson. Gremio le planteó a Lanús un rompecabezas y lo ahogó.
La Fortaleza era una caldera de pasión granate que se enfrió súbitamente como si hubiera caído una lluvia de hielo. Un despeje con los puños de Grohe terminó en un error fatal de José Gómez. El lateral intentó un pase débil y Fernandinho se la robó. El volante ofensivo escapó como un correcaminos. Corrió 35 metros y clavó el balón de zurda en un ángulo alto.
La segunda estocada fue un tiro de gracia. Luan arrancó desde el flanco izquierdo con una serenidad pasmosa. Desacomodó a tres hombres, atravesó la última línea y quedó solo frente a Andrada. Lo batió con jerarquía con un tiro exquisito de emboquillada. Un crack hecho y derecho.
Luan había alcanzado a Sand con 8 goles como máximo artillero de la Copa, pero el argentino desniveló y se puso de nuevo al frente con 9. Gremio perdió vigor cuando tuvo que salir Arthur. En su lugar entró Míchel.
El campeón se clasificó directamente a las semifinales del Mundial de Clubes en diciembre próximo. Se medirá con el vencedor de la llave de cuartos de final entre el africano Wydad Casablanca y el representante de Concacaf, el mexicano Pachuca.