Con la ceja izquierda inflamada, por la intensidad y roces del juego, pero sonriente y saludando a todos los que se encontraba, Iván Vélez caminó por la zona mixta. El lateral izquierdo del América no podía disimular su orgullo y alegría por la clasificación de su equipo a la semifinal de la Liga, dónde se las verá con Millonarios.
'La gloria es para Dios. Este equipo tiene humildad, trabajo y pundonor. Nunca dejamos de creer. Sabemos que tenemos dificultades y hemos pasado por presiones, pero eso nos ha hecho más fuertes', afirmó Vélez a la nube de periodistas que lo aborda.
El veterano marcador (derecho de perfil, pero capaz de acomodarse en el otro costado) sí considera que la clasificación del América es merecida.
'Nunca dejamos de pelear con los argumentos que teníamos y sin desconocer lo que era el rival. Junior tenía que matar en el 2-1 y no lo hizo. Así como ellos tienen su juego al pie y su movilidad, nosotros tenemos la pelota quieta que nos ha dado muchas alegrías', resaltó Vélez.
'Enfrentamos a un gran equipo, el mejor del campeonato, pero cuando uno está para pelear, pelea. De pronto era David contra Goliat, pero América también tiene jugadores que hemos peleado finales en otros clubes y eso da jerarquía para este tipo de partidos', añadió.
El exjuniorista restó importancia a las rechiflas e insultos que le lanzó la hinchada a lo largo del juego. 'No me tomo nada personal', dijo.
Y aseguró que sus roces con Jarlan Barrera fueron producto del juego y nada más.
'Todo se queda en la cancha', puntualizó.