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El púgil colombiano Óscar Negrete, pese a la derrota por decisión unánime alte el mexicano Rey Vargas, dueño de la corona del peso supergallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), dejó una buena imagen en el Madison Square Garden de Nueva York.

Negrete (17-1, 7KO), nacido en Tierralata, Córdoba, intentó de todas las formas hacerle daño a la humanidad de Vargas y por momentos lo logró, pero la significativa ventaja de altura y alcance del mexicano ayudó a que defendiera con éxito su cinturón en los 12 asaltos pactados.

Los tres jueces encargados de la pelea no tuvieron ningún problema a la hora de ver también la superioridad de Vargas, de 26 años, que recibió unas cartulinas favorables de 120-108 (algo exagerada) 119-109 y 119-109, respectivamente, cuando se escuchó el veredicto final.

A pesar de los cortes que Vargas sufrió en las cejas de ambos ojos, dominó en gran parte del combate, como lo demostraron las estadísticas que lo dejaron con 790 golpes lanzados y 254 alcanzaron el cuerpo y la cara de Negrete para un 32 por ciento de eficacia.

Mientras que el púgil colombiano, de 30 años, lanzó 604 golpes y 109 hicieron le llegaron al campeón mexicano, que al margen de los cortes en la cara, nunca se le vio mermado en su poder físico.

Negrete, quien subió del peso gallo por la oportunidad de título, tuvo cierto éxito, pero la diferencia de altura de al menos 7 centímetros, provocó que púgil colombiano golpeara a Vargas algunas veces de manera dudosa, lo que provocó que el campeón mundial se quejase, sin éxito, al árbitro de la pelea, Ricky González.