Siguió el camino que le marcó su padre con el sonido de un silbato. A los 13 años ya estaba impartiendo órdenes y mostrando el carácter suficiente que debe tener un árbitro de fútbol. Bismark Santiago se define como un hombre de decisiones, esas que en cada juego debe tomar para seguir formándose como un gran juez.
Este soledeño, que ayer fue premiado por la Acord como el Mejor Árbitro del Atlántico, ya suma 25 partidos en la primera división y este año tuvo grandes retos como dirigir los encuentros entre Nacional vs. Tolima y Millonarios vs. América. También fue el cuarto árbitro en la final que disputaron Santa Fe y Millonarios.
Sueña con la escarapela Fifa, pero eso no lo desespera, por el momento aguarda por seguir teniendo el temple que se ganó en la canchas de los diferentes barrios de Barranquilla, para continuar consolidándose.