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Calmada y sonriente entró a la cancha de Polvo de ladrillo del Country Club María Camila Osorio. Desde que se escuchó su nombre en los amplificadores del estadio, todos los aficionados coreaban: '¡Maria Camila!, ¡Maria Camila!, ¡Maria Camila!'.

Así se escuchaba en cada puntos que disputó hasta que su rival, la japonesa Natsumi Kawaguchi, alzó sus brazo para pedir silencio en la gradas.

Llegó la hora de la verdad, comenzó el juego. Osorio desde el comienzo mostró su favoritismo quebrando el servicio de Kawaguachi y en cuestión de minutos estar arriba en el marcador.

La japonesa no encontró el rumbo del juego, su desespero se notaba en su rostro y sus errores al momento de sacar eran reiterados. Ante el mal momento de la nipona, Osorio se convirtió en una máquina de puntos hasta lograr un 6-2 contundente en el primer set.

Al comienzo del segundo set, la fuerte brisa que azota la cuidad no se hizo esperar. Las tenistas en reiteradas ocasiones duraron un tiempo para hacer su servicio. Después de algunas señas de su entrenador en las gradas, Kawaguachi cambió por completo. Mejoró su saque, regresó la volea que la caracteriza y puso en aprietos a la siembra número uno del torneo igualando 6-6 para forzar un tie-break, pero la categoría de María Camila salió a flote y se llevó el partido con parciales 6-2 y 7-6 y logró su tiquete a las semifinales del Mundial Juvenil de tenis, donde enfrentará a la guatemalteca María Gabriela Rivera, quien ganó a primera hora a la húngara Adrienn Nagy 6-4/ 6-2.