Compartir:

Son las 6:15 a.m. Su sonrisa le da brillo a una mañana fría. Su ternura e inocencia se palpan en su mirada. En la puerta de su casa, luce ansiosa, no deja de reír. Uniformada y junto a su madre, Iranis espera por uno de sus cinco hermanos que la llevará en moto a tomar un transporte para ir a estudiar. Antes de salir, abraza fuerte a su madre y le pide la bendición. Es la consentida de los Centeno Rodríguez y del barrio Las Malvinas.

'Te la estás llevando toda, sigue así Chiqui', la frase sale de un grupo de niños que también van camino a clases.

La jornada para Iranis comienza a las 5:40 a.m. Desde hace dos meses su rutina ha cambiado, ahora sus madrugadas son más para hacer lo que la apasiona: jugar fútbol. Pero es un día diferente, un jueves de colegio. A pesar de tener solo 14 calendarios encima, su mentalidad es de una mujer que sabe lo que quiere. 'Me gusta mucho el fútbol, amo esto. Mi novio es el balón, pero tengo claro que debo estudiar para ser alguien en la vida', dice con seguridad.