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El estadounidense Christian Coleman, la estrella emergente del atletismo, se proclamó campeón del mundo en pista cubierta de los 60 metros, este sábado en Birmingham (Reino Unido), con lo que ganó todavía más enteros para ser considerado el 'nuevo Bolt' en un deporte necesitado de ídolos.

La nueva estrella de la velocidad, de 21 años y que recientemente batió el récord mundial de la distancia, se impuso en el Mundial con un crono de 6 segundos y 37 centésimas, por delante del chino Su Bingtian (6.42) y de otro estadounidense, Ronnie Baker (6.44).

'No me fijo ningún límite, veremos qué pasa en el futuro. Tengo una oportunidad para ser el líder de este deporte después de Bolt, pero hay muchos atletas que desbordan talento', estimó el velocista de Atlanta.

Coleman consiguió el pasado 19 de febrero en Albuquerque (Estados Unidos) batir el récord del mundo de la prueba estrella de la velocidad en pista cubierta, con un tiempo de 6.34, tres centésimas por debajo del que logró este sábado y que supone un nuevo récord de los Mundiales en pista cubierta.

Coleman sigue dando argumentos a los que le consideran la próxima superestrella del atletismo, huérfano desde la retirada el pasado año del jamaicano Usain Bolt, que había sido el gran dominador de las pruebas de velocidad desde que sobrevolara la pista de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008.

Ya había lanzado un primer aviso en el Mundial al aire libre de Londres-2017, donde fue segundo en los 100 metros, solo superado por el veterano estadounidense Justin Gatlin y por delante del mismísimo Bolt, al que relegó al bronce.

Entre el resto de finales del sábado en Birmingham destacó también el triunfo de la venezolana Yulimar Rojas en el triple salto (14,63 metros).

Sin la colombiana Caterine Ibargüen, Yulimar Rojas era la gran favorita y no decepcionó, revalidando el título logrado hace dos años en Portland (Estados Unidos) y aumentando su cuenta de medallas, tras la plata olímpica en Rio-2016 y el oro al aire libre del año pasado en Londres.

'Es un gran logro para mi país, espero haber dado una alegría a los que estaban viéndome', afirmó tras su éxito.

Husillos, del cielo al infierno

Una compañera de entrenamiento, la española Ana Peleteiro, pupila igualmente del mítico exatleta cubano Iván Pedroso, se colgó la medalla de bronce.

Fue una de las dos medallas españolas de este sábado, junto al también bronce de Saúl Ordóñez en los 800 metros, donde se impuso el polaco Adam Kszczot.

La cuenta podía haber sido mayor para los españoles, pero entonces llegó el drama de los 400 metros: Oscar Husillos (oro) y el dominicano Luguelín Santos (plata) fueron descalificados y perdieron sus metales. El título en esa prueba fue para el hombre que entró en tercer lugar, el checo Pavel Maslak.

En el resto de pruebas del día, la etíope Genzebe Dibaba se coronó en los 1.500 metros, dos días después de haberlo hecho en los 3.000 metros de este Mundial.

El salto con garrocha femenino trajo la derrota de la campeona olímpica y mundial, la griega Ekaterini Stefanidi, apenas tercera de un concurso ganado por la estadounidense Sandi Morris (4,95 m).

Los otros campeones de este sábado fueron el neozelandés Tomas Walsh (bala), el francés Kevin Mayer (heptatlón) y los estadounidenses Will Claye (triple salto, con plata para el brasileño Almir Dos Santos), Kendra Harrison (60 m vallas) y Courtney Okolo (400 m).