El Barcelona, sin sus principales estrellas, se llevó la Supercopa de Cataluña al superar en la tanda de penales al Espanyol por 4-2, después de que los 90 minutos de juego acabasen con el cero a cero inicial, este miércoles en partido disputado en Lleida (noroeste).
Uno de los tantos de la tanda de penaltis —el tercero— fue obra del defensor colombiano Yerry Mina, quien celebró con su tradicional baile.
Para este trofeo no oficial, tanto Ernesto Valverde como Quique Sánchez Flores dejaron a sus mejores hombres en Barcelona y eso se notó en la calidad del juego.
Los delanteros de ambos equipos rivalizaron en errores y el arquero holandés Jasper Cillesen se convirtió en el mejor del Barsa con tres paradas decisivas en los primeros 45 minutos, a remates de Piatti (6), Marc Roca (23) y Adrià (37).
En esa primera parte, Paco Alcácer tuvo la mejor ocasión para los azulgrana, pero disparó alto tras quedarse solo ante Pau López (1).
La mejor ocasión de la segunda parte fue para el argentino Pablo Piatti, pero su centro-chut se estrelló en el larguero (55).
El marcador no se movió en los 90 minutos de juego y el título se decidió en los penales, sin prórroga de por medio, en la que los azulgranas se mostraron más acertados, incluido el central colombiano Yerri Mina, que anotó tras un disparo colocado a un ángulo imposible para el arquero, que logró adivinar la dirección.
Creada en 2014, la Supercopa de Cataluña se disputa cada dos años y enfrenta a los dos principales equipos catalanes: Barcelona y Espanyol.