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La tenista rusa Daria Kasatkina se mueve como una mariposa y pica como una abeja. A sus 20 años su estilo de juego recuerda a cómo bailaba Mohamed Ali sobre un cuadrilátero. Pero ella no quiere ser Cassius Clay. Tampoco Serena Williams. Kasatkina sueña con ser el argentino Lionel Messi.

'Me gustaría tanto ser Messi...', reveló sonriente en conferencia de prensa el jueves, después de destrozar a la alemana Angelique Kerber, exnúmero 1 del mundo.

Sin embargo, la conversación ese día giró en torno a su amor por Barcelona y por el equipo azulgrana. '¿Si Daria fuera una jugadora de fútbol y no de tenis, quién sería?'

'Me gustaría decir que Messi pero probablemente sería más Iniesta. O a lo mejor los dos. Porque me gustaría tanto ser Messi... Pero el padre de unos buenos amigos, después de verme jugar un partido contra Caroline (Wozniacki), dijo 'se parece a Iniesta'', respondió entre risas.

Acababa de dar la enésima sorpresa en Indian Wells, plantándose en semifinales después de dejar anteriormente por el camino a la segunda raqueta del planeta, la danesa Wozniacki, y a la estadounidense Sloane Stephens (N.13).

Un recorrido de ensueño al que le puso el broche de oro el viernes derrotando a Venus Williams en un partido que entrará en la historia del campeonato.

La mayor de la Williams, de 37 años, 17 mayor que su rival, no pudo con la superior velocidad y agilidad de la rusa, que la puso al límite hasta que acabó noqueándola en el tercer set.

Por momentos Kasatkina recordó al astro argentino, por la potencia del tren inferior de sus piernas, por su arranque y porque fue capaz de ganar un partido que parecía imposible con la misma naturalidad con la que Messi levanta copas.

'Estoy enamorada de Barcelona. Me encanta que la gente sea tan amigable, la comida, la arquitectura... Todo está bien. Siempre voy a Barcelona y nunca quiero irme. Desearía vivir allí, por supuesto', agregó.

Como toda aficionada del equipo azulgrana, también quiso dejar claro lo que piensa de su eterno rival.

'No me gusta Madrid. Está en medio del país y no tiene playa. Es una ciudad que está muy bien pero a la que le falta algo. El aire, la atmósfera... Es como si... bueno, (después de esto) no tengo que hablar más del Barça, supongo'.

Messi tenía 18 años cuando ganó su primera Champions League con el Barcelona. Kasatkina, 19 cuando se alzó con el trofeo en Charleston en 2017.

Ahora, con 20, está cerca de su primer Premier, pudiendo seguir la estela de genio precoz que acompaña desde hace más de una década a su ídolo.