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La mejor versión de Juan Martín del Potro está de vuelta: tras ganar hace unas semanas el Abierto Mexicano de tenis, el argentino se consagró ayer campeón de Indian Wells al derrotar en la final al suizo Roger Federer.

Del Potro, sexto cabeza de serie, ganó el primer Masters 1000 de su carrera al superar a la primera raqueta del mundo en tres sets de 6-4, 6-7 (8/10), 7/6 (7/2) en dos horas y 42 minutos.

El de Tandil, a sus 29 años, cosechó el título individual más importante de su carrera casi una década después del Abierto de Estados Unidos, en 2009, tras salvar tres bolas de partido.

El ‘Expreso Suizo’ era el gran favorito con un balance en sus enfrentamientos directos de 18-6, 13-6 en pista dura.

Por si fuera poco, a sus 36 años Federer firmaba el mejor arranque de temporada de su carrera, con 17 triunfos al hilo y los títulos del Abierto de Australia y de Róterdam, cediendo únicamente cuatro sets de los 44 que había jugado en 2018.

Una dominación aplastante que ni él mismo esperaba. El argentino saltó a la cancha tres horas antes del comienzo del partido.

El público presenció sorprendido cómo el albiceleste, cerca de una hora antes de la final femenina, decidía calentar durante un rato. Concentrado, con una única misión, 'Delpo', castigado por molestias en su espalda desde la cuarta ronda, necesitaba entrar en calor. Poner su cuerpo a punto.

Unas 18.347 personas se dieron cita para presenciar el espectáculo, estableciendo un nuevo récord en la historia del torneo.

'Hemos jugado grandes partidos (...)(La clave es que) él tenga un mal día y yo un buen día, eso sería lo importante', había bromeado el de Tandil tras pasar a la final.