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Jaguares remontó un gol en contra para terminar imponiéndose este martes 2-1 frente a Boston River de Uruguay en la primera fase de la Copa Sudamericana 2018. 

El atacante Pablo Rojas igualó las acciones a los 69 minutos con un cobro de penal, y puso el del triunfo a los 75. 

Boston River se había ido en ventaja a los 54 a través de Gonzalo Mastriani, quien anotó de chilena tras recibir un servicio en el área originado en una pelota quieta.

Bajo las órdenes de José Rodríguez, Jaguares tuvo un heroico estreno en los torneos internacionales jugando en el estadio municipal de Montería.

Tras encajar el primer gol, aprovechó una jugada aislada para empatar y después logró conectarse en un partido que le había sido esquivo en la primera parte.

Con ese resultado, los colombianos esperan sellar su paso a la siguiente fase en el partido de vuelta que se disputará el 10 de mayo. 

'El equipo hizo el sacrificio, sacó casta y se lleva la victoria', resumió Rojas en declaraciones al canal Fox Sports.

Un traspié inesperado

Boston River se llevó un resultado adverso como inesperado. El equipo que dirige Alejandro Apud necesitó un mínimo de efectividad para acariciar la victoria.

Nunca fue un equipo arrollador ni tampoco tuvo un rival que lo obligara a un mayor despliegue.

Tanto así que Jaguares encontró el empate en un discutido penal, pero que Rojas ejecutó con clase para derrotar al arquero Gonzalo Falcón y salvar al equipo de lo que parecía una derrota.

En su segunda incursión en la Copa Sudamericana, Boston River se mostraba como un equipo curtido que sabía bien lo que hay que hacer de visitante para luego cobrar en casa.

Pero apareció Rojas, primero desde los 12 pasos, y después en un desborde por derecha para cambiarle la cara al compromiso, y desnudar la falta de reacción de los uruguayos.

Con apenas cinco años de vida, Jaguares había comenzado sin ideas y por más que los uruguayos le prestaron el balón, jamás fue un peligro permanente.

El cuadro visitante, en cambio, apenas saltó a la cancha le tomó el pulso al compromiso y supo administrar los tiempos a su antojo. 

Sin arriesgar demasiado, dejó que Jaguares tocara la pelota y se acercara de vez en cuando aunque sin comprometer el empate en la primera parte. 

Incluso la única jugada de riesgo corrió por cuenta de Boston River, a través de un cabezazo que exigió al portero Wilder Mosquera antes de la media hora de juego.

Robert Flores y Gonzalo Mastriani le pusieron las únicas gotas de picante a un partido desabrido en los primeros 45 minutos.

Pero al final los uruguayos no supieron manejar el 1-0 y se van con una derrota que compromete sus aspiraciones en el segundo torneo de clubes más importante después de la Libertadores.